La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han evitado este lunes pronunciarse sobre el rescate de Chipre en una breve comparecencia sin preguntas previa a una reunión con representantes de la industria europea.

Barroso ha aludido brevemente a las turbulencias financieras provocadas por el rescate al señalar que "la crisis persiste, como podemos ver en las malas perspectivas de crecimiento, los niveles récord de paro juvenil y también los acontecimientos más recientes sobre Chipre". "El crecimiento debe venir de un aumento de la productividad y la competitividad, no del endeudamiento. Hemos visto en el pasado que el crecimiento artificial alimentado por deuda artificial, pública o privada, no es una solución", ha dicho.

Merkel se ha referido indirectamente al rescate señalando que la prioridad de los líderes europeos es garantizar la estabilidad del euro. "Lo hemos hecho en el pasado, lo haremos en los próximos años y lo estamos haciendo estos días con Chipre. Queremos que el euro sea estable, pero eso no está en la agenda hoy", ha apuntado.

Por su parte, el presidente francés ha asegurado que "ya hemos hecho mucho, por no decir lo esencial, para garantizar la estabilidad de la zona euro". Ahora la prioridad, ha agregado, es "lograr el mayor nivel de crecimiento".

Expertos y analistas económicos se preguntan por qué Bruselas ha decidido acabar con un principio, hasta el sábado, inquebrantable: que los ahorros de los ciudadanos no se usen para pagar los rescates.

Para muchos se trata de una decisión drástica, peligrosa y sin justificación.

José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, matiza que "los chipriotas tienen los mismos derechos que un español o que un alemán, y estos se han visto secuestrados por una decisión política. Se ha incumplido algo que estaba en el Tratado de Roma, la perfecta movilidad de capitales dentro de la Unión Europea. Estamos hablando de graves cicatrices en los tratados jurídicos de la Unión".

Ni tan si quiera los depósitos de menos de 100.000 euros están garantizados tal y como recogen los tratados de la UE. Para sortear las leyes han vestido la decisión con el traje de un impuesto. Un aviso para el resto de países europeos.

Simón Pérez, de Análisis Financieros SLM, asegura que este hecho "tiene toda la pinta de ser un aviso a navegantes. 'Los próximos en pedir rescates tendrán que ofrecer a cambio la cabeza de la población o parte de la misma".

Bruselas dice que no se está discutiendo aplicar medidas similares a otros países como España o Italia, y el Gobierno español mantiene que la medida de Chipre es excepcional. "Nuestros bancos están en una magnífica situación y no creo que sea contagiable" dice el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.

Todos buscan al responsable de esta decisión. Alemania niega haber presionado y dice que  corrió a cargo del gobierno chipriota. Los analistas creen que el experimento chipriota, impensable hace un año, pondrá a prueba la estabilidad que la zona euro había empezado a recuperar.