El metro ha sido el medio de transporte que más éxito ha tenido para llegar a Ifema, y tanto es así que de las bocas no ha parado de salir gente, incluso con gente que lo había cogido "para una parada".

Llegar en metro era más fácil gracias al cordón policial que impedía cualquier bloqueo para estos visitantes, entre los que había temor antes de llegar por si les afectaban los cortes. Pero ese miedo se disipó al llegar, puesto que la Policía mantenía a los taxistas alejados de la entrada, mientras que los visitantes accedían con dificultades.

Lo habitual ha sido durante toda la mañana fue ver a visitantes saliendo del metro con maletas y muy cargados para la feria, donde se dan cita muchos extranjeros que sufrieron los mismos inconvenientes.

Los problemas para llegar a Fitur se han dejado notar dentro porque algunos responsables cuentan que "muchos clientes han cancelado su asistencia". En cambio, desde Ifema tienen la sensación de que "el número de visitantes ligeramente superior". Los responsables de Fitur han estado fuera calibrando la situación desde primera hora.