Los servicios mínimos del 90 % decretados por el paro indefinido del personal de vigilancia del Aeropuerto de El Prat han dejado sin efecto la protesta de la plantilla de Trablisa, que ha reconocido que las colas en los controles de seguridad son incluso menores que un día normal. El Prat ha vivido este sábado la segunda jornada de huelga de los vigilantes de seguridad, que ha estado marcada, como ayer, por la normalidad y la fluidez en los filtros de acceso a las zonas de embarque.

De hecho, los pasajeros, tanto los de la T1 como los de la T2, han tenido que esperar una media de 15 a 20 minutos para pasar el control de seguridad, lo habitual de un día de agosto, en plena temporada de verano. La situación está siendo incluso más tranquila que ayer, cuando se llegaron a acumular colas de unos 40 minutos, ya que hoy está previsto que pasen por El Prat unos 160.000 viajeros, mientras que el viernes lo hicieron unos 185.000.

Los servicios mínimos del 90 % decretados por la Delegación del Gobierno han neutralizado los efectos de esta huelga, como ha reconocido la presidenta del comité de empresa de Trablisa, Genoveva Sierra: "Hay menos colas en un día de huelga que en uno normal", ha afirmado. En declaraciones a los medios, la representante de los trabajadores ha vuelto a criticar los servicios mínimos, que considera excesivos y que han hecho que "realmente no haya huelga".

Ha recordado, además, que "en un día normal trabajan entre 40 y 45 vigilantes de seguridad en el control principal de la Terminal 1", mientras que "durante la huelga hay 70". Sierra ha criticado asimismo que los empleados están trabajando con mucha presión y que están siendo más vigilados que el resto del año. "Nos dicen: por qué miras esto, por qué paras lo otro, ahora por qué paras aquello", ha dicho.

A pesar del poco impacto del paro, ha afirmado que la plantilla, formada por unos 500 trabajadores, mantendrá la huelga indefinida y confía en que la dirección de Trablisa "reaccionará" y se sentará a negociar. La mayoría de pasajeros que acuden a El Prat siguen haciendo caso de las recomendaciones de AENA y de las aerolíneas y llegan al aeropuerto con varias horas de antelación, a pesar de la escasa incidencia del paro.

Rafa es uno de los viajeros que ha acudido al aeropuerto más pronto de lo habitual, pero al llegar ha constatado que "todo se ve tranquilo" y ha ironizado: "Podremos comer algo y hacer turismo de aeropuerto". "Obviamente hay gente, porque estamos en temporada alta, pero no hemos visto que haya mucho problema", ha dicho otro pasajero llamado Javier, que viaja con su pareja y ha llegado a El Prat tres horas antes de la salida de su vuelo.

La plantilla de Trablisa, la empresa que desde 2018 se encarga de los controles de seguridad de El Prat, decidió esta semana por amplia mayoría ir a la huelga para exigir mejoras salariales y laborales, tras fracasar las reuniones de mediación entre empresa y sindicatos. El Prat, que hace apenas dos semanas vivió otra huelga, la de los trabajadores de tierra de Iberia, afrontará mañana la tercera tanda de paros de los vigilantes de seguridad, en una jornada en la que está previsto que pasen por el aeropuerto barcelonés unas 180.000 personas y se operen un millar de vuelos.