La imagen de gente comprando en grandes superficies está comiéndose cada vez más a la tienda de toda la vida. "Ahora mismo, las ventas en el pequeño comercio se han estancado y de subir nada de nada", afirma José Antonio Seijas, propietario de Calzados Seijas

Así lo confirman los números: frente al aumento en las ventas del 2,4% en el conjunto del sector, las empresas unilocalizadas, las tiendas de barrio, no han crecido nada en el primer trimestre del año.

"No vemos ese repunte que dicen que hay", asegura Alejandra Puentes, propietaria de la frutería Entrenaranjos. Malos datos también de ocupación, que aumentó un 1% de media en el comercio minorista.

Las únicas que destruyen empleo son las más pequeñas. "Le echas tanto tiempo que si tuvieras que cobrar por horas, no habría sueldo; sin vacaciones, sin nada... teniendo empleados no puedes hacer eso", dice la propietaria de un comercio.

Parte de la culpa la tiene el traslado de grandes superficies al centro de las ciudades, el pequeño establecimiento de siempre se encuentra una dura competencia a menos de 200 metros. "Está más económico que en otros sitios, eso está claro", afirma un comprador.

Hay más causas, además de esta, como la mayor importancia de la especialización y, sobre todo, el boom del comercio online. Una realidad que, para muchos, se ha convertido ya en la gran amenaza.