El Gobierno trabaja ya en un plan para hacer frente a las posibles tensiones por el gas de cara al otoño, una situación que mantiene preocupados a los países de nuestro entorno por el posible corte total del suministro energético por parte de Rusia.

Así lo ha reconocido la vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, quien ha reconocido que España se está preparando "para cualquier eventualidad" para después del verano. "Hemos aprobado un segundo paquete de medidas y estamos preparando un plan de contingencia, como ha solicitado la Comisión Europea a todos los Estados miembros", ha destacado la ministra. En este plan se contará con la participación de energéticas, consumidores industriales y domésticos y administraciones.

La titular de Asuntos Económicos destacado la "alta incertidumbre" derivada de una "reducción significativa de suministros de gas y petróleo por parte de Rusia", por lo que ha planteado que habrá que trabajar en un escenario "inflación más alta y durante más tiempo".

En este contexto, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha pedido a los comercializadores que "busquen cauces alternativos" para reducir sus importaciones de gas ruso y "diversificar" los contratos que puedan tener de suministro con este país.

Ribera ha considerado "recomendable" ir recortando la dependencia del gas ruso, a pesar de que "no está incluido en los paquetes de sanciones adoptados por la Unión Europea" contra el país tras su invasión a Ucrania.

España parte con "ventaja"

En todo caso, tanto Rivera como Calviño han acompañado estas palabras de un mensaje tranquilizador, que es que España parte de una posición "favorable" y "más halagüeña" por la diversificación de suministro, la diversificación de fuentes de energía, una alta penetración de las renovables y la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado.