El documento definitivo con el paquete de reformas que propone Grecia debe estar este lunes sobre la mesa. Varoufakis está convencido de que la propuesta gustará al Eurogrupo y Atenas vende el acuerdo del pasado viernes como una victoria, pero los expertos no lo ven tan claro.
Joaquín Robles, analista de XTB ha explicado que "es difíil hablar de ganadores y perdedores en este conflicto. Estaban condenados a enterderse porque Grecia no quería salir del euro ni tampoco a Europa le beneficiaba que saliera".
El profesor de economía en el IE Business School, Rafael Pampillón, afirma que "por ahora ha ganado Europa, ha ganado la troika, lo que se la he pedido a Grecia es que haga un plan de medidas coherente con lo que ya tenía acordado con Europa".
Aunque deberán pagar toda su deuda en el plazo pactado, el gobierno heleno mantiene algunas de sus líneas rojas. Pampillón cuenta que "sí, es verdad, no van a tocar las pensiones ni a subir el IVA. Pero van a seguir las privatizaciones, no van a readmitir a los empleados públicos que han echado y el mercado laboral va a ser similar al que había antes de la llegada de Syriza al poder".
Eran medidas que Alexis Tsipras llevaba en su programa y que ahora no podrá cumplir. Robles justifica que "es muy difícil cumplir con las promesas electorales habiendo aceptado este tercer paquete del rescate porque conlleva reestricciones tanto políticas como económicas que no son compatibles como con su programa político".
Pampillón explica que "el electorado griego tiene que ser consiciente de que el Gobierno ha llegado hasta donde ha podido y que el programa político que planteaba era inalcanzable porque no dependía del propio gobieno, sino de las instituciones europeas". Los expertos coinciden en que la prórroga del rescate gustará a los mercados, especialmente por la inyección de liquidez a los bancos griegos.