La dirección de CaixaBank ha anunciado este martes que, tras su integración con Bankia, pretende recortar su plantilla en 8.291 personas. Es decir, de materializarse este ERE, más del 18% de los empleados del banco se quedarían sin trabajo.
Se trata de uno de los mayores expedientes de regulación de empleo de la historia del sector financiero español, y prácticamente afectará a personas de todas las provincias españolas.
Según muestran los datos compartidos por el sindicato de Unión General de Trabajadores (UGT) a laSexta, los servicios centrales y las direcciones territoriales asumirán 1.861 despidos, la red de oficinas absorberá el grueso del recorte, con 5.742 despidos, y el resto se repartirán en otras divisiones del grupo.
Ahora bien, la entidad ha proporcionado datos de cómo se repartirían la mayoría de estos despidos por CCAA y provincias (esencialmente, de trabajadores de la red de oficinas). Y, en este sentido, Madrid, Andalucía y Cataluña serían las regiones más afectadas. En esta línea, el orden por provincias es similar, aunque son algunas de las que tienen más población las que reciben un peor pronóstico: Madrid (con 1.511 personas), Barcelona (595) y Valencia (528).
No obstante, sigue habiendo cifras muy altas, que se reparten por el conjunto de la geografía española: en Murcia, más de 400 personas perderían su puesto de trabajo, según UGT, mientras que en Baleares, las Palmas, Granada, Alicante, Sevilla, Castellón, Cádiz, La Rioja y Almería se pasaría la centena de despidos. Asimismo,
En total, se cerrarán 1,534 oficinas, que suponen casi un tercio de la red del banco a nivel nacional. Tras la fusión con Bankia, CaixaBank cuenta actualmente en España con 44.400 empleados, sin contar personal de las filiales, que no están afectadas por el ajuste, y dispone de 5.639 oficinas en España.
Los perfiles que CaixaBank baraja despedir: mayores de 60 y con antigüedad
Según la sección de UGT en la firma bancaria, los criterios para el cierre de oficinas serán el tamaño del municipio y la competencia bancaria en la plaza, la distancia entre oficinas de Caixa y Bankia, la cuota de presencia y solapamientos de ambas entidades, la necesidad de evitar la exclusión financiera y la potenciación oficinas de mayor tamaño y especialización.
También dan detalles de los perfiles que la entidad baraja cesar, que se dividen en cuatro grupos:
- Mayores de 63 años.
- Los que tengan entre 58 y 63 años y tengan más de 15 años de antigüedad en la compañía.
- Personas de De 55 a 58 años que tengan 15 años de antigüedad; 50 del salario regulador y con un máximo de 2 anualidades.
- Resto de la plantilla: si tienen 25 días por año trabajado con un tope de 18 mensualidades.
Aun así, el sindicato recuerda que hay un criterio generacional, por lo que "no se aceptará" que más del 50% de las salidas sean de personas mayores de 50 años. Por otra parte, también se contempla la adscripción voluntaria (es decir, abandonar a motu propio el puesto de trabajo). No obstante, de no alcanzar el cupo mínimo en este caso, se plantean los despidos en función del "mérito", de acuerdo con el sindicato, "a través de la valoración del desempeño profesional de los últimos años".