Negocio inmobiliario
El extrarradio ya no es barato: los inversores disparan el precio del alquiler en los barrios periféricos
Las consecuencias Con rentabilidades que alcanzan el 8%, los barrios obreros son ahora el objetivo de fondos e inversores. Reforman y alquilan pisos por cifras que superan los 1.000 euros, encareciendo el mercado y desplazando a los vecinos de siempre que ya no pueden permitirse quedarse.

Resumen IA supervisado
El extrarradio, antes conocido por sus precios bajos y alquileres asequibles, está experimentando una transformación debido al interés de los inversores inmobiliarios. Barrios como Entrevías en Madrid son ahora objetivos para comprar barato y alquilar caro, logrando rentabilidades del 8%, muy superiores al 3% de zonas más exclusivas. Esta tendencia se replica en ciudades como Barcelona y Valencia, donde la demanda creciente eleva los precios de alquiler hasta un 15%.
* Resumen supervisado por periodistas.
Hasta hace poco, vivir en el extrarradio era sinónimo de precios más bajos y alquileres más asequibles. Hoy, esa realidad está cambiando. Barrios como Entrevías, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas, se han convertido en el nuevo objetivo de los inversores inmobiliarios. ¿El motivo? Comprar barato y alquilar caro es más rentable que nunca.
"Ahora mismo hay mucho piso que comprar inversores que se dedican a comprar los pisos y reformarlos", explica Juan, gestor inmobiliario en la zona. Es una estrategia sencilla: adquirir viviendas a precios todavía moderados, reformarlas mínimamente y ponerlas en alquiler por cantidades que hace apenas unos años parecían impensables: "1.200 euros por una vivienda de una o dos habitaciones", añade.
La fórmula funciona. En barrios como Entrevías, los inversores están obteniendo rentabilidades cercanas al 8%, muy por encima del 3% que ofrecen zonas más cotizadas como el barrio de Salamanca o Goya. Lo confirma Fotocasa: "Comprar es más asequible y, sin embargo, el precio del alquiler es alto", apunta María Matos, portavoz del portal inmobiliario.
Y lo que pasa en Madrid se repite en otras ciudades. El extrarradio de Barcelona o el de Valencia siguen el mismo patrón: inversión creciente, aumento de la demanda y precios del alquiler que se disparan: "En estas zonas el precio se tensiona alrededor de un 15% al recibir más demanda", señala Matos.
¿Quién lo sufre? Quienes no pueden comprar y solo pueden alquilar. Para ellos, el extrarradio —último refugio frente a los precios del centro— empieza a dejar de ser una opción viable.