Muchos empleados de grandes centros comerciales han denunciado en las calles de Madrid el trato indiscriminado que están recibiendo en sus puestos de trabajo desde que comenzó la liberalización de los horarios. Con esta medida, se las obliga a trabajar los domingos como si fuera un día más.
Esta normativa se introdujo en primer lugar en Madrid, aunque son varias ciudades españolas que ya están pensando en implantar esta normativa en sus comercios. Los sindicatos aseguran que se han perdido 5.000 puestos de trabajo frente a los 20.000 puestos creados según la patronal.
El nuevo convenio ha afectado a los empleados eventuales que trabajaban los fines de semana, ya que su trabajo lo hacen ahora sus compañeros que trabajan durante toda la semana. Estas jornadas laborales llegan a alcanzar hasta once días consecutivos de trabajo.
Pero estos horarios están afectando a las vidas personales de los empleados, ya que con este tipo de horarios, se hace imposible compaginar la familia con el trabajo, rompiendo de esta manera con sus vidas.