El que fuera presidente de Banco Popular entre febrero y junio de 2017, Emilio Saracho, se ha desmarcado en su declaración en la Audiencia Nacional de cualquier filtración sobre la situación financiera de la entidad durante su etapa, justo antes de la disolución, si bien ha reconocido que pudo haberlas desde el consejo de administración, según han informado fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.
Saracho ha comparecido en calidad de investigado ante el juez instructor de la causa, José Luis Calama, quien investiga las irregularidades que llevaron a la disolución del banco. A lo largo de toda la mañana, el expresidente ha respondido a las preguntas que le han dirigido el magistrado y el fiscal anticorrupción Antonio Romeral, ante quienes ha defendido su gestión al frente de la entidad.
En un incisivo interrogatorio, Calama ha querido saber las circunstancias por las que Saracho llegó a la presidencia de Banco Popular y todos los hechos que él conoce en la etapa inmediatamente anterior a su llegada.
En este sentido, y como ya dijo en la comisión de investigación de la crisis en el Congreso de los Diputados, ha manifestado que fue la exconsejera Reyes Calderón la que se puso en contacto con él para pedirle que asumiera el cargo y que en ese tiempo anterior a su Presidencia sólo habló una vez con su antecesor, Angel Ron, también imputado en la causa.
Saracho está imputado en el 'caso Popular' por manipulación del mercado -Ron lo está además por falsedad en las cuentas-, si bien se ha escudado en todo momento en el informe que ha aportado a la instrucción la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según el cual durante su etapa no se apreció ninguna alteración.
Saracho ha argumentado que durante la Presidencia de Ron las acciones del Popular cayeron un 98%, mientras que en sus 108 días de gestión hubo oscilaciones, pero en ningún caso una caída constante, lo cual, a su juicio, llevó a la CNMV a emitir dichas conclusiones. Según las fuentes consultadas, Saracho ha defendido que él hizo lo que pudo al frente de la entidad tal y como se encontró el banco al llegar.
Así, ha subrayado que la ampliación de capital acometida un año antes y bajo la dirección de Ron se había quedado muy lejos de las necesidades de liquidez, ya que sólo creció en 2.500 millones de euros de los 8.000 millones que requería.
Tras cinco horas de comparecencia, Calama ha decidido aplazar el resto de la declaración a mañana, jueves, a las nueve de la mañana, cuando el fiscal anticorrupción continuará con su interrogatorio. El resto de acusaciones y la defensa de Saracho también tendrán oportunidad de preguntar al investigado.