La Unión Europea ha acordado unos límites de emisiones de los vehículos diésel cuando se sometan a los futuros test vinculantes de conducción en carretera, una medida con la que quiere frenar escándalos como el de los motores trucados de Volkswagen, pero que son menos ambiciosos de lo previsto en un principio.

Expertos de los Estados miembros y de la Comisión Europea decidieron en una reunión del Comité Técnico de Vehículos de Motor que los coches podrán sobrepasar un 110% en carretera los límites fijados, sin que se considere una infracción, en un periodo transitorio que irá desde septiembre de 2017 (para los modelos nuevos) a septiembre de 2019 (para todos los vehículos nuevos).

A partir de entonces podrán contaminar un 50% más frente al límite fijado de 80 miligramos de óxido de nitrógeno por kilómetro en los coches diésel, para enero de 2020 en el caso de los modelos nuevos y enero de 2021 en el de todos los vehículos nuevos, explicó la CE en un comunicado.

Las cifras acordadas son más flexibles que la idea que defendía la Comisión en un principio. Actualmente, las emisiones de algunos de los vehículos llegan a ser un 400% superiores a los límites cuando se llevan a cabo análisis en carretera y no en laboratorio, que son las pruebas que se utilizan actualmente en los controles que Volkswagen eludió trucando sus motores.

"La UE es la primera y la única región en el mundo con el mandato de estos robustos métodos de pruebas", dijo la comisaria europea de Mercado Interior e Industria, Elzbieta Bienkowska, quien aseguró que esta medida se acompañará de una revisión del marco regulador sobre homologación y vigilancia del mercado de vehículos de motor.