¿Por qué se cierran estas carreteras?
La R-3 y la R-5 son dos de las ocho autopistas de peaje que quebraron durante la crisis y que actualmente se ven abocadas a la liquidación al no prosperar el plan de rescate que Fomento planteó a comienzos de 2014.
¿Quién ordenó su cierre?
La decisión está actualmente en manos del juez titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid, el que en mayo de este año dictó la liquidación de las dos autopistas "sin efectos suspensivos" y ordenó el cierre de las vías para el 1 de octubre.
El Ministerio de Fomento propone mantenerlas abiertas
El eventual cierre de las dos vías está pendiente de que el juez titular decida sobre la propuesta planteada por el Ministerio de Fomento por el que pide que se mantengan en servicio para asumir su gestión de forma ordenada, en un plazo de nueve meses. El ministro en funciones, Rafael Catalá, confía en que las autopistas radiales quebradas R-3 y R-5 sigan abiertas al tráfico gracias a la propuesta: “Estamos trabajando para que se siga ofreciendo el servicio público que se presta a través de estas vías”.
¿Hay más carreteras en esta situación?
Hay ocho autopistas de peaje que se vieron abocadas a la quiebra durante la crisis y ahora se asoman a la liquidación, tras no prosperar el plan de rescate que Fomento planteó en 2014 para estas vías.
¿A quién afectaría el cierre?
El cierre afectaría a los 10.500 conductores que diariamente circulan por la R-3 Madrid-Arganda y a los 7.300 usuarios que cada día toman la R-5 Madrid-Navalcarnero, además de a un tramo de la M-50.