Abandonar el nido cada vez le cuesta más a los jóvenes. Según la última edición del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), nuestro país registra la edad media de emancipación en España más alta de los últimos 20 años: 30,3 años. Las personas jóvenes en España no pueden emanciparse hasta que dejan de ser jóvenes.

Mientras que en España la emancipación fue del 15,9 %, en la Unión Europea la tasa media de emancipación fue del 31,9 %, el doble que en nuestro país. Para las personas jóvenes españolas independizarse es prácticamente una quimera, siendo siempre más difícil para una persona joven española hacerlo que para una de otro país europeo.

Nos encontramos con Sara, que de hecho tiene 34 años, estudios y dos trabajos pero aún así comparte piso con otras cinco personas: "Aspiro a cogerme yo mi piso algún día". Una aspiración que solo 16 de cada 100 jóvenes logra hacer realidad en nuestro país: "Y lo que es más preocupante, 84 de esos 100 jóvenes no lo consigue", declara el vicepresidente y responsable de socioeconómica y comunicación del CJE, Juan Antonio Báez.

Tener empleo ya no es suficiente para poder acceder a una vivienda

Báez también explica cómo en este informe hay dos puntos fundamentales más:

Pese a que el salario medio de una persona joven subió un 4,6 %, estableciéndose en los 13.079,19 euros netos al año (o 1.089,93 euros netos al mes), el precio de las viviendas en alquiler lo hizo un 7,55 %. Así, el alquiler medio de una vivienda alcanzaba los 912 euros, lo que para una persona joven sería dedicar el 83,7 % de su sueldo. Eso, sumado a los 141 euros de media que cuestan de media los suministros y servicios de una vivienda (como los recibos de agua, luz, gas, etc.), supondrían 1.053 euros al mes, el 96,6 % de su sueldo. Es decir, sólo le quedarían 36,93 euros para adquirir alimentos, comprar ropa y gastar en ocio, algo completamente inasumible.

Tampoco tener estudios superiores te garantiza poder emanciparte

Tan sólo el 22,9 % de las personas jóvenes que habían completado enseñanzas de formación profesional de nivel superior o estudios universitarios se habían podido emancipar. Además, para las personas jóvenes que no continuaba estudiando la tasa de emancipación, era similar entre quienes tenían estudios superiores y entre quienes no los tenían.

Por ello, a los jóvenes solo les queda una opción viable: compartir. Y aún así, la renta se lleva un importante bocado del salario: "Diría que más del 80%" "Yo creo que el 70% lo dejo exclusivamente en el alquiler", cuentan varios jóvenes a laSexta en el vídeo que encabeza estas líneas.

Báez es claro: "Estamos cansados de que la culpa sea de los jóvenes, estamos padeciendo una realidad que ni nos merecemos ni es justa para nadie". Y añade en un toque de atención a la clase política: "Las políticas de juventud en muchos casos se convierten en una huida hacia adelante que no entran a solucionar de manera estructural los problemas principales que preocupan a la juventud, como son la vivienda y el empleo, y que provocan grandes problemas de salud mental para la población joven".