Los griegos tendrán acceso a sus depósitos a plazos y a las cajas fuertes y podrán cobrar cheques, incluidos los que vencieron durante el periodo de clausura de las entidades. Las operaciones al extranjero, en cambio, continúan siendo muy limitadas, pero se permiten acciones a las empresas de exportación e importación.
Los padres que tengan hijos estudiando en el extranjero podrán mandarles hasta 5.000 euros por trimestre y a aquellos que deban abonar costes de hospitalización en otro país también disponen de hasta 2.000 euros. La apertura de los bancos ha sido posible tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) que el jueves pasado elevó en 900 millones de euros la liquidez de urgencia a la que las entidades pueden acceder a través del Banco de Grecia.
La presidenta de la Unión de Bancos griegos, Luka Katseli, ha llamado a la población a devolver el dinero a los bancos para hacer más fuerte el sistema. "Hay que vencer el miedo. Si apoyamos al sistema bancario, los problemas serán menores y los venceremos", ha dicho Katseli en declaraciones a la cadena privada Skai. Katseli, que ha reiterado la solvencia de la banca helena, ha destacado que "no será necesaria una quita de los depósitos en el futuro, si todos actuamos responsablemente".
Además ha instado a utilizar las tarjetas de débito y crédito para realizar transacciones seguras y para luchar contra el fraude fiscal, y ha subrayado que la Unión de Bancos emprenderá nuevas iniciativas para reforzar este hábito, ya que el uso del dinero electrónico no es una práctica muy extendida en Grecia. Está previsto que el país reciba hoy la financiación de urgencia de 7.016 millones de euros que ha aprobado la Unión Europea para devolver al BCE 3.500 millones de euros.