De acuerdo con las conclusiones que se extraen del informe publicado hoy por la Central de Balances del Banco de España, que incluye los datos de cierre de 2021 y también la evolución de los tres primeros trimestres de 2022, (este último con una muestra más reducida de empresas, unas 900, y más centrada en las grandes), los beneficios de las empresas han crecido 7 veces más que los salarios.
Según el informe, el beneficio neto de las empresas no financieras que operan en España aumentó un 94,7 % entre enero y septiembre, casi el doble que en el mismo periodo de 2021, gracias a la recuperación de la economía, que fue muy heterogénea por sectores y que se desaceleró notablemente en el tercer trimestre.
Según han explicado fuentes de la entidad, los márgenes sobre ventas logrados por estas empresas hasta septiembre se redujeron "ligeramente" en comparación interanual y estaban aún por debajo de los niveles prepandémicos, lo que indica que no están trasladando todo el impacto de la inflación a los precios que cobran a sus clientes.
En concreto, las empresas que partían de márgenes más elevados, es decir, las que operan en sectores intensivos en el uso de energía y petróleo, y las que se dedican a la exportación, tuvieron una evolución "más desfavorable" de sus márgenes sobre ventas, según el documento.
Crece la facturación
En general, la facturación de estas empresas creció un 48,7 % interanual hasta septiembre, el mayor incremento de la serie trimestral, en reflejo del incremento de los precios y a pesar de que no recogen por completo el impacto de la inflación, que cerró septiembre en el 8,9 % interanual. Esta misma dinámica se aprecia en la evolución de los consumos intermedios, que aumentaron a una tasa incluso más elevada durante el mismo período (un 54,3 %), "en un contexto de fuerte subida de los costes de la energía y de otras materias primas", explica el informe.
Como resultado, el Valor Añadido Bruto (VAB), que mide el valor que aporta a la economía un sector concreto como el de estas empresas, aumentó un 21,1 % hasta septiembre, el incremento más elevado de toda la serie trimestral, frente al 12 % que creció el año previo.
Por sectores, los mayores aumentos del VAB se produjeron en el sector industrial (32,6 %), condicionado por el avance en el subsector refino, vinculado al fuerte aumento del precio del crudo, que estas empresas sí han trasladado a sus precios de venta. En cuanto al sector del comercio y hostelería, el VAB se elevó un 25,1 %, muy apoyado en la reapertura de la economía tras la pandemia.
En cuanto al agregado que engloba al resto de las actividades, el incremento fue del 24,2 %, impulsado por el buen comportamiento de las empresas de transporte, en tanto que los sectores de energía y de información y comunicaciones, el aumento fue más moderado, del 16,2 % y del 2,6 %, respectivamente.
A pesar del notable avance del VAB en 2022, los datos referidos exclusivamente al tercer trimestre muestran una pérdida de dinamismo con respecto al trimestre anterior, lo que resulta "consistente con la fuerte desaceleración de la actividad económica que se recoge en la estimación preliminar del PIB del mismo período", añade.
Aumenta la deuda de las empresas
La proporción de compañías en las que el peso de la deuda neta en el balance fue superior al 75 % se redujo en 0,7 puntos básicos en 2021, mientras que la de empresas cuya ratio de deuda en relación con sus resultados corrientes era superior a 10 o tenían beneficios ordinarios negativos cayó en 3,4 puntos.
El descenso en el grado de vulnerabilidad que evidencian estos indicadores fue algo más intenso en las pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente en las que se dedican a los sectores más afectados por la crisis.
Crece el empleo y los sueldos
Los gastos de personal aumentaron un 6,9 % entre enero y septiembre en términos interanuales, evolución que se vio impulsada tanto por el incremento de las plantillas medias, del 3,6 %, como por las remuneraciones, que subieron un 3,2 %. El crecimiento del empleo se registró exclusivamente en el colectivo de trabajadores fijos, que aumentó un 6,4 %, en tanto que el personal temporal se redujo un 13,4 %, debido tanto a los ajustes de plantilla realizados como al impacto asociado a la reforma laboral, que habría provocado un traspaso hacia el empleo fijo de trabajadores que tenían contratos temporales.
En línea con la positiva evolución del empleo, casi la mitad de las empresas (un 49,7 %) aumentaron sus plantillas efectivas, casi cinco puntos porcentuales más que en el mismo período del ejercicio anterior, sobre todo en el sector servicios. Así, el empleo creció un 4,3 % en comercio y hostelería; un 2,9 % en información y comunicaciones, y en el denominado "resto de actividades", un 4,6 %, impulsado en gran parte por las empresas de transporte.