Las alarmas saltaban en Brisbane en el tercer set del partido entre Rafa Nadal y Jordan Thompson.
Con 4-1 en el marcador a favor del australiano, el español requería asistencia médica y, tras una primera exploración en pista, se retiraba al vestuario para seguir allí con el diagnóstico.
Minutos después, el ganador de 22 Grand Slams volvía a saltar a pista para finalizar un partido que terminaría perdiendo.
Tras el encuentro, Nadal ha confirmado que las molestias eran en el psoas de la pierna izquierda, zona en la que sufrió una lesión de grado 2 en la segunda ronda del Open de Australia 2023 frente a Mackenzie McDonald.
Desde entonces, Rafa no volvió a jugar hasta prácticamente un año después, por lo que el miedo a una recaída era cada vez mayor.
Sin embargo, en rueda de prensa, el manacorí ha afirmado que se trata de un dolor "distinto".
"El dolor es en el mismo sitio, pero siento que es algo más muscular por el cansancio. La pasada temporada era el tendón y la sensación fue completamente distinta porque lo noté mucho más. Hoy no sentí nada, lo que pasa es que al ser el mismo sitio te asustas más", ha explicado.
"Espero que sólo sea que tengo el músculo cargado después de varios días jugando y de un partido duro como el de este viernes con Thompson. Yo ya dije que mi objetivo era ser competitivo en un par de meses", ha añadido.
Sobre su presencia en el Open de Australia, Rafa no ha querido asegurar nada: "Yo ya dije que no había venido aquí a ganar torneos. Vine para volver a jugar al tenis y hacerlo lo mejor posible. Ojalá me sienta ya bien en un par de días, lo que serían buenas noticias. Si no es así, voy a hacerme pruebas. A ver qué pasa".