La relación entre Naomi Osaka y los medios sigue enquistándose. Esta vez, la tenista japonesa no pudo evitar las lágrimas tras responder a la primera pregunta de la rueda de prensa previa a su estreno en el Masters 1000 de Cincinnati.
Osaka ha hecho plausible la dificultad que para ella supone enfrentarse a los medios, especialmente en un formato en el que hay tantos periodistas y se le hacen tantas preguntas.
Hace tres meses, la japonesa se retiró de Roland Garros inesperadamente y se negó a responder preguntas alegando estar lidiando con problemas de salud mental, hecho por el que fue sancionada con una multa económica.
La número dos del mundo reaparecía ante los medios enfrentándose a sus miedos, pero sólo fue capaz de aguantar siete largos minutos de tensión.
La pregunta de uno de los corresponsales, insinuando que en ciertos aspectos de su vida usa a los medios para su beneficio a pesar de decir que no se siente a gusto cuando se sienta frente a ellos, fue la que desencadenó las emociones de la tenista, quien no se quedó callada.
"Quería decir que el momento de las ruedas de prensa es el más difícil para mí. Desde que era joven he llamado la atención de los medios y creo que se debe a mi experiencia y mi forma de jugar", contestó Osaka.
Naomi también quiso referirse a la búsqueda del equilibrio a la que está intentando llegar: "Me siento distinta a mucha gente y no puedo evitar que haya cosas que tuiteo o que diga y que sirvan para noticias o cosas así. También quiero decir que no sé cómo buscar ese equilibrio".
Así acabó su primera intervención, y aunque quiso seguir contestando las siguientes preguntas con dificultades, Osaka terminó retirándose de la comparecencia entre lágrimas.
Poco después, su entrenador ha criticado enérgicamente el comportamiento del periodista: "Todos en ese 'Zoom' estarán de acuerdo en que su tono estaba equivocado y su único propósito era intimidar. Un comportamiento realmente atroz. La insinuación de que Naomi le debe su éxito a los medios de comunicación es un mito".