El Gran Premio de Macau es conocido, por muchos, como la carrera más peligrosa del mundo. Y es que no se concibe una carrera en este trazado sin ningún accidente. Los estrechos muros, altas velocidades y el gran número de coches compiten hacen de Macau uno de los mayores retos del automovilismo.
Es el caso de la Fórmula 3, que este pasado fin de semana ha disputado su ya habitual carrera en el circuito de Guaia. Un Gran Premio que ha estado plagado de accidentes y banderasrojas prácticamente desde el principio pero que, el más espeluznante, ha acontecido en la carrera del domingo.
Y es que el estonio Paul Aron, a bordo de su Prema, sufrió un accidente en la octava vuelta impactando a gran velocidad contra el muro. El impacto fue a tal velocidad que su coche se partió en dos y tuvo, incluso, un principio de incendio.
El joven piloto del programa de Mercedes pudo salir sin mayores complicaciones de su habitáculo sin consecuencias físicas. Sin embargo, a través de 'Autosport', Aron ha narrado su accidente en primera persona.
Over at the #MacauGP Paul Aron has had a monumental shunt which has brought out the red flag ❌
Driver is out of the car ok ✅
📹 x @fia#FIAF3WorldCuppic.twitter.com/e5lKQlH6Kj
— Autosport (@autosport) November 19, 2023
"Tuve un pequeño roce con la pared en la curva antes de la horquilla, pero después de eso el coche se sintió bien, así que seguí adelante. En la siguiente vuelta, entrando en la parte rápida de la pista, mi dirección trasera derecha falló y me fui directamente contra la pared", explica Paul.
"Después del accidente, estaba bastante confundido. No sabía lo que pasó porque el auto reaccionó de manera muy impredecible, lo cual se explica por la dirección trasera. Sucedió muy rápido. Y cuando vi las llamas, pensé que estaba ¡en llamas!", añade.
Asimismo, el estonio reconoce que llegó incluso a temer por su familia: "Ya me he calmado y estoy bien. Pero mi principal preocupación era mi familia, porque sabía cómo se vería desde fuera. Están todos aquí, así que no quería que se preocuparan".
Los destrozos derivados del accidente provocaron una bandera roja que pausó la carrera durante un amplio periodo de tiempo. Una carrera en la que, además, el español Pepe Martí pudo finalizar en quinta posición.