La estrategia de Jorge Martín en este viernes en el Gran Premio de Valencia ha sido muy clara: marcar a Pecco Bagnaia hasta el final para tratar de incomodarle. Y lo ha conseguido. El italiano tendrá que pasar por la Q1.

Se ha visto a Martín todo el rato detrás del líder. Todavía le queda alguna opción de ser campeón y quiere agotar todos los cartuchos. Tanto que se vivió un momento muy tenso en los boxes de Ducati y Pramac.

Cuando Pecco entró a boxes, Martín le acompañó. Siempre a rueda. Se quedó subido en la moto esperando a que su rival volviera. Y en ese momento apareció el jefe de Ducati, Davide Tardozzi.

Le pidió que saliera a pista con un gesto. Y Martín le ignoró. Hasta que Bagnaia no se subió a su moto, el español no se puso en marcha. Y tuvo que esquivar al jefe de Ducati, que se apartó en el último segundo, para no atropellarle.

"Es una imagen que no me gustar dar, pero hubo show... me he divertido", dijo al finalizar la sesión. Martín necesita un milagro para salir campeón.