Para encontrar al primer Mercedes en la clasificación final de Arabia Saudí hay que bajar hasta la quinta posición, George Russell. En la décima aparece Lewis Hamilton. Los dos Mercedes están muy lejos de la cabeza y parece que esta situación no cambiará a corto plazo.
Incluso Toto Wolff, jefe de la escudería de las flechas de plata, ha cargado contra su propio equipo, afirmando que es una situación "inaceptable". "Tenemos demasiados problemas", afirmó nada más finalizar la carrera.
"Hemos tenido ocho años increíbles, en los que hemos mandado el grupo. Pero esta vez es como si hubiéramos vuelto a 2013 cuando, simplemente, no teníamos la velocidad de Red Bull y tampoco la de Ferrari", afirma Wolff.
"No tenemos un problema único, sino que son muchas partes del coche las que no funcionan, que no entendemos y que no ofrecen unas prestaciones aceptables. ¡No es lo que esperábamos de este coche!", detalla el jefe de Mercedes.
En la fábrica trabajan para recuperar esas décimas de diferencia con Red Bull y Ferrari. En estos momentos Mercedes sólo puede aspirar a liderar la zona media por delante de otros como Alpine o Alfa Romeo.
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El Gran Premio de Australia es dentro de quince días. Dos semanas de trabajo para Mercedes, pero Wolff no es muy optimista. Sin embargo en el paddock están convencidos de que el equipo campeón del mundial de constructores no tardará en llegar a la lucha por las victorias.
Además de una indemnización de 50.000 euros
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