Mercedes sigue siendo la escudería abanderada de cambiar la normativa del año 2023 en la Fórmula 1 para eliminar el 'porpoising'. Pese a la oposición de la gran mayoría del paddock, los alemanes defienden la toma de medidas drásticas como subir el suelo del coche 25 milímetros, lo que supondría un cambio estructural en el diseño de los monoplazas de la próxima temporada.

Toto Wolff, jefe de Mercedes, se reunió en Hungaroring con el presidente de la FIA, Mohammed Bin Sulaymen, y ha desvelado un informe médico que le mostró sobre el rebote: "La FIA ha encargado un informe médico sobre el 'porpoising'. El resumen de los médicos es que una frecuencia de 1-2Hz durante unos minutos puede provocar daños cerebrales. Nosotros tenemos 6-7Hz durante horas. Así que la respuesta es muy fácil, la FIA tiene que hacer algo al respecto", explicó Wolff.

Ferrari y Red Bull ya se mostraron en contra del cambio de normativa y acusaron a Mercedes de presionar a la FIA por un problema que en el que ellos son los más afectados. Ambos equipos, que lideran el Mundial de constructores, creen que con las medidas que entrarán en vigor en Bélgica son suficientes.

Sin embargo, para el jefe de Mercedes es un error pensar que el problema se solucionará tras Spa: "Sigo creyendo que no hay opción para la FIA y para nosotros de hacer algo. No quiero tenerlo en Spa o en alguna e las últimas carreras, donde el asfalto no es tan suave, y que no hayamos hecho nada y la gente diga 'ahora es demasiado tarde'. El argumento es que no hemos tenido ningún rebote en las últimas carreras, pero eso no cuenta. Silverstone, Paul Ricard y Austria no son precisamente circuitos en los que rebotar", concluyó comentando Wolff.