El fin de semana de Fórmula 1 se calentó antes de la clasificación del sábado con medios y usuarios sacando de contexto unas declaraciones de Fernando Alonso en 'De Telegraaf'.

El asturiano señaló que tanto los títulos de Verstappen como los suyos tienen un valor añadido en comparación con los siete de Hamilton ya que tanto el neerlandés como él han tenido rivales más allá de sus respectivos compañeros de equipo.

"Tengo mucho respeto por Lewis pero, es diferente cuando se ganan siete títulos mundiales habiendo tenido que luchar sólo contra tu compañero de equipo. Creo que un campeonato así tiene menos valor que cuando has luchado contra otros pilotos con material equivalente o incluso mejor. Los títulos de Max tienen más valor que los de Hamilton", señaló.

"En 2005 y 2006 tuve un buen comienzo de año y pude construir una ventaja. Luego, otros tenían un coche mejor, pero fui capaz de gestionar esa diferencia. Nunca tuve que luchar con mi compañero de equipo Giancarlo Fisichella para ganar el título. Tampoco Max ha luchado con Sergio Pérez o Alex Albon para ganar carreras", añadió.

Eso sí, una vez se tergiversaron sus palabras y se tomaron como un desprecio hacia su compañero en McLaren en 2007, Alonso restó hierro al asunto afirmando en redes que "todos los títulos son increíbles, bien merecidos e inspiradores".

Luego llegóuna 'colleja' de Hamilton en forma de foto en el podio de Indianapolis 2007que obtuvo respuesta de Fernando con una imagen de sus tiempos en Ferrari, pero el tema no ha quedado así.

Tras la carrera en México, Hamilton, que quedó segundo, volvió a referirse a las palabras del bicampeón: "Realmente no tengo mucho qué decir sobre eso, me hace reír. He intentado ser muy respetuoso a lo largo de estos años. Por ejemplo, cuando me han preguntado quién ha sido el mejor piloto contra el que he competido, solo he lanzado elogios".

"No cabe duda de que es interesante ver los comentarios que se hacen de esto, pero no importa realmente. Es por eso que solo puse un pulgar arriba", añadió Lewis en la rueda de prensa de la FIA posterior al GP, que en lugar de zanjar el tema, echó un poquito más de leña a un fuego que yace ardiendo desde 2007, año en el que debutó en Fórmula 1.