Primero una supuesta rueda que no estaba bien apretada; después, el cinturón. Lo ocurrido con Yuki Tsunoda en el Gran Premio de Países Bajos fue cuanto menos curioso. Hasta en dos ocasiones se detuvo en pista... y eso acabó beneficiando al Red Bull de Max Verstappen por delante de Lewis Hamilton.

Tsunoda acabó abandonando pero antes ocurrió de todo. Detuvo su coche al notar que una de sus ruedas no estaba bien apretada, entró a boxes, volvió a pista y se volvió a detener. Finalmente su equipo por la radio le pidió que abandonara. Y en medio el lío de un previsible 'safety car', que acabó apareciendo, Mercedes se vio perjudicado.

Las sospechas llegaron al tratarse AlphaTauri del equipo filial de Red Bull, precisamente quien se acababa de beneficiar de todo el caos ocurrido. Y Hamilton, en declaraciones posteriores a la carrera, no entendía lo ocurrido.

"Eso fue muy, muy interesante de ver. No sé exactamente qué es lo que ocurrió. He oído que un Alpha se quedó parado, luego siguió, entró en boxes, salió y se volvió a quedar parado. Es lo más extraño que he oído", dijo el siete veces campeón de la Fórmula 1.

Ante esas acusaciones, la escudería se ha defendido en un comunicado oficial. En esa nota niegan todas las teorías que han surgido en las últimas horas sobre lo ocurrido con Tsunoda y aclaran que compiten "de manera independiente, justa y con respeto y deportividad".

"Sugerir algo diferente a eso es insultar y categóricamente incorrecto", finaliza el comunicado de la filial de Red Bull. Un comunicado con el que parecen responder a las sospechas de Hamilton y de muchos aficionados de la F1, que vieron en esa maniobra una manera de beneficiar a Verstappen.

El neerlandés, que roza su segundo campeonato con la yema de los dedos, se volvió a llevar la victoria por delante de un Mercedes, el de George Russell, y del Ferrari de Charles Leclerc. Le saca 109 puntos en el mundial al monegasco. Una diferencia que parece insalvable.