Poca gente hubiera dicho al principio del Gran Premio de los Países Bajos que Yuki Tsunoda iba a ser el protagonista principal que decidió la victoria en Zandvoort, pero el japonés y su equipo, AlphaTauri, dieron un espectáculo en una acción que nadie entendió y provocó el caos en el resto de equipos.
La carrera transcurría por su ecuador cuando la realización se fijó en Tsunoda, que se paraba en un lado de la pista gritando por radio que sus ruedas no había sido apretadas durante el 'pit stop'. Esto provocó una bandera amarilla y, como todos los equipos preveían un Virtual Safety Car, se prepararon para hacer parar a sus pilotos.
Sin embargo, el ingeniero de AlphaTauri le comunicó al japonés que las ruedas estaban bien apretadas y le hicieron que volviera a la pista, tras estar varios segundos parados a la salida de una curva. Pero Tsunoda sentía que no había algo bien y entró a boxes. Le cambiaron los neumáticos de nuevo y se vio como le apretaron el cinturón de seguridad, ya que el '22' estaba saliendo del coche cuando le ordenaron seguir y se lo había desabrochado, en una acción de gran peligro por la falta de seguridad.
Tras el cambio de neumáticos y ajustarse el cinturón, Tsunoda volvió a pista, pero sentía que una de las ruedas no funcionaba bien y finalmente, con la aprobación del equipo, paró el coche en un lado de la pista, esta vez definitivamente. Esto provocó un Virtual Safety Car que estropeó las posibilidades de victoria de Lewis Hamilton, que había acertado la estrategia y vio como Max Verstappen era el verdadero beneficiado.
Un surrealista momento vivido entre Yuki Tusnoda y su equipo AlphaTauri, que acabó con el japonés dos veces parado en la pista, una infracción de seguridad por el cinturón, una bandera amarilla y un Virtual Safety Car provocados y aun asistencia inintencionada a Verstappen para la victoria.