Ya han pasado dos meses desde el accidente de Romain Grosjean en el GP de Baréin y aún continúa recuperándose de las quemaduras de sus manos, las cuales mostró hace un par de semanas.

El francés ha hablado para 'Ouest France' y ha explicado cómo está avanzando su rehabilitación y, pese a que va mejorando, asegura que aún tiene dolores: "Va bien. Todavía me duele, pero ya no tengo la férula en el pulgar ni vendas en las manos".

"El ligamento del pulgar, que conecta los huesos y el cartílago de la mano izquierda, se rompió por completo y esa es una lesión que no solo se cura por sí sola", ha continuado explicando el expiloto.

Grosjean ahora tiene que tener mucho cuidado con los objetos que coge y utiliza. "Incluso vaciar una olla con agua es algo puede salir mal con mi pulgar, y soy muy consciente de eso ahora", ha explicado mientras añadía: "Es una piel muy nueva y delgada, por lo que es muy sensible". Bien es cierto que ya publicó en sus redes sociales que no podía ir a la nieve con su familia mientras sus quemaduras no estuvieran curadas.

En cuanto a nivel mental, el francés no parece tener problemas y aunque aún no ha podido subirse de nuevo a un monoplaza está contento por los avances. "No he tenido pesadillas ni cosas así. Hemos trabajado en eso con mi psicólogo, pero no he tenido ningún problema mental y estoy muy feliz por eso. El accidente sigue siendo un momento muy importante en mi vida y una de mis experiencias más importantes. Pero hoy estoy vivo", ha zanjado Grosjean.