Año 2007. Dos pilotos llegan al equipo McLaren. Fernando Alonso, bicampeón procedente de Renault, y el rookie Lewis Hamilton. Nadie sabía entonces que la temporada se iba a convertir en una de las más tensas en la historia de ese box.

A pesar del rendimiento del coche y del talento de sus dos pilotos, ninguno de ellos se pudo hacer con el título mundial. La guerra fue total y el asturiano abandonó la escudería a final de temporada.

Ahora, 14 años después, ha recordado todo lo ocurrido en una entrevista a 'Sky Sport': "2007 fue una temporada muy importante para mí. Lewis llegó a la F1 como un tsunami con todo su talento, habilidades y resultados, resultados inmediatos, eso fue intenso y también un desafío para todos".

"Mirando hacia atrás, creo que Lewis pensará lo mismo, no tenemos problemas entre nosotros, tuvimos una competencia muy dura, pero justa. Honestamente, creo y él también, el equipo no manejó la situación", dice el ahora piuloto de Alpine.

Mira directamente a McLaren como el gran culpable de todo lo ocurrido: "No quiero culpar a Ron Dennis, director del equipo en 2007, no quiero culpar a un nombre en particular, pero como equipo y como gerencia. Nosotros éramos demasiado jóvenes, demasiado ambiciosos y nadie nos guio".

Kimi Raikkonen fue el ganador de aquel mundial en el que Alonso y Hamilton, sin duda, se entorpecieron y no pudieron convertir a McLaren en campeón. El último mundial del equipo Ferrari.