Harto de Ferrari. Así ha acabado Carlos Sainz en el Gran Premio de Austria. El piloto español fue víctima de una mala decisión estratégica del muro de ingeniero de los italianos que le impidió pelear por el podio.

En la vuelta 13, una avería en el Haas de Nico Hulkenberg provocó la salida del coche de seguridad virtual. Sainz estaba pegado a Charles Leclerc después de que Ferrari le diese la orden de mantener la posición a pesar de que el '55' era mucho más rápido.

Los dos coches de la 'Scuderia' habían salido con neumáticos medios, por lo que esa neutralización de la carrera les abría la ventana de parada. Sin embargo, el hecho de entrar en boxes pegado a Leclerc ponía en riesgo el tercer puesto de Carlos, y para colmo, los mecánicos realizaron una mala parada.

Al ver que acabó perdiendo dos posiciones, con 'Checo' Pérez y Lando Norris, Sainz se desesperó y no dudó en trasladar su malestar al equipo a través de la radio. "Venga chicos. ¿Por qué no nos hemos quedado fuera? ¡Vamos!", dijo el madrileño.

Tras la carrera volvió a criticar la decisión. "Obviamente no estoy muy contento. Hoy había más ritmo que para ser cuarto. Después de aguantar detrás de Charles como habíamos planeado, haber perdido seis o siete segundos y tres posiciones por el pit stop que me ha condicionado la carrera... y después ha llegado la sanción", dijo el piloto de Ferrari en declaraciones a 'DAZN'.

"El caso es que hoy tenía mucho ritmo y el resultado es cuarto, que no es lo que queríamos. Habrá que analizarlo, pero no estoy contento. No quiero decir que te quedas con cara de tonto, pero después de hacer trabajo en equipo te pase esto...", concluyó Carlos Sainz.