Un brazo que ha tenido que ser intervenido en varias ocasiones. Con el inconveniente de la visión doble todavía reciente. Pero Marc Márquez, a pesar de todos esos problemas, dejó en Austin algunos detalles que hicieron recordar al gran campeón de motociclismo que es.

En su circuito favorito firmó una actuación memorable. Solo un fallo técnico en su moto durante la salida impidió su victoria. Porque de la última posición... llegó a alcanzar la sexta adelantando a su compañero, Pol Espargaró, y a Fabio Quartararo, entre otros.

Tras cruzar la meta, satisfacción pero también mucha exigencia. El de Cervera siempre quiere más. Y en este campeonato tan irregular no se descarta que llegue a final de año en la lucha por volver a ser campeón: "Satisfacción. Estar aquí este fin de semana ya de por sí me producía una gran satisfacción y terminar la carrera en sexta posición es muy satisfactorio teniendo en cuenta cómo he empezado la carrera".

"Hoy estaba relajado. He hecho 5 o 6 vueltas en el warm up para tener confianza que por ejemplo ayer no tenía en el qualy tenía algunas dudas, pero antes de la carrera me sentía bien. Terminar la carrera de esta manera es muy bueno. Sabía que para mí este es el mejor circuito para recuperar la confianza, por eso empujé para volver aquí, porque era un buen circuito para empezar otra vez", dijo Márquez.

Afirma el piloto que se conformó con esa sexta plaza y al final ya no empujó tanto: "He ido paso a paso, pasando a pilotos de uno en uno, he cometido un gran error en la curva 1, pero he ido muy calmado toda la carrera. Las últimas vueltas estaba viendo cerca a Pecco, pero he dicho, 'Ok, sexto es suficiente'".

Durante esa remontada estratosférica incluso batió su récord de vuelta rápida en el circuito. Un récord que llevaba vigente desde el año 2014. Un dato que demuestra que Márquez estaba disfrutando... y recuperando una versión que sus rivales siempre van a temer.

MotoGP se traslada ahora a Europa. Portugal y después Jerez serán los dos próximos retos de un Márquez que poco a poco quiere recuperar sensaciones. En Austin demostró que si su Honda se comporta de una manera normal puede dar muchos dolores de cabeza a los de arriba.