Atención a esta la peligrosa moda. En pleno partido, la colegiada toca el silbato, manda al jugador a que se acerque y se seca el sudor.

Parecía que sería una tarjeta amarilla... pero no. Y ojo que este fin de semana ocurrió más de lo mismo.

En este caso el jugador terminó aplaudiendo al árbitro, que dejó a todos sorprendidos con un truco que hace que cada vez que un áribtro se lleve la mano al bolsillo tengamos la duda de qué pasará.

Te puede interesar:

La alemana Anne Panther, primera mujer en arbitrar un partido de la 'Final Four' de la Euroliga

"Qué ovarios tienes": el acta viral de una árbitra de 15 años después de ser vitoreada por la grada