Empate... y gracias. Eso es lo que sacó el Barcelona en su estreno en la Champions League contra el Borussia Dortmund, que gozó de las mejores ocasiones de un partido con pocos tiros a puerta.

Ter Stegen fue el protagonista indiscutible del partido. El portero detuvo las tres ocasiones claras que tuvo su amigo, Marco Reus, una en forma de mano a mano en la primera parte, otra en forma de penalti y otra con un remate a bocajarro.

Lo cierto es que el Dortmund apretó de lo lindo al Barcelona en la segunda parte, teniendo momentos de auténtico asedio que no materializaron en goles.

El Barça ofreció su versión más completa en la primera parte, pero a medida que pasaron los minutos, esa versión sólida en defensa y combinativa en ataque se fue diluyendo.

La mejor noticia para los culés fue la vuelta de Messi tras su larga lesión. El argentino entró al terreno de juego en lugar de un participativo Ansu Fati, que hizo historia al ser el jugador más joven de la historia del Barça en debutar en la Liga de Campeones.

Este resultado impide a ambos equipos aprovecharse del empate del Inter de Milán contra el Slavia de Praga, dejando la situación en el grupo con un cuádruple empate a un punto entre los cuatro equipos.