Real Madrid y Alavés volvían a la Liga tras el parón de selecciones con un partido que iba a exigir el máximo a ambos conjuntos. El Real Madrid debía seguir ganando para depender de sí mismos para mantener el liderato, mientras que si el Alavés conseguía los tres puntos vería su objetivo de meterse en Europa un poco más cerca.

Fue un encuentro marcado por las bajas en su previa, sobre todo por parte del Real Madrid, que no contó con pilares importantes en el equipo como Marcelo, Sergio Ramos y Keylor Navas. El Alavés tampoco podía contar con Marcos Llorente por la conocida como 'cláusula del miedo'.

Con los 22 protagonistas sobre el terreno de juego arrancó el partido y surgió el primer contratiempo para los de Zidane. Varane tuvo que retirarse del terreno de juego por molestias en su maltrecho muslo izquierdo para dar paso a Carvajal.

Benzema, muy activo en la primera parte

El arranque del encuentro tuvo un gran protagonista: Benzema. El francés se mostró activo, en su mejor versión, participando en todas las jugadas de ataque de los blancos e incluso ayundando a recuperar balones. De una de esas jugadas nació, precisamente, el primer gol del encuentro.

Benzema tiró una pared, recibió un pase de Carvajal y definió con precisión sobre la portería de Pacheco, que no pudo hacer nada para detener su disparo. Era el 1-0 de un partido raro, de dominio del balón de los blancos, pero sin ocasiones claras, un partido muy de después del parón de selecciones.

Con poco más se llegó al final de la primera parte y durante el descanso se debatió sobre si el VAR habría anulado el gol de Benzema por un fuera de juego que se produjo antes de la jugada del gol o si se habría pitado un penalti sobre Bale. Debates aparte y con el balón como referente, el Madrid había sido mejor a los puntos y el gol hizo justicia con Benzema y con los blancos.

El Alavés lo intentó sin suerte

Sin embargo, el Alavés no había ido de paseo al Bernabéu, estaba aguantando y esperando su oportunidad en las contras para arremeter sobre la portería de Kiko Casilla. Deyverson era el mayor peligro de los visitantes, que con un gol metían mucha chicha al partido y obligaba a los blancos a no perder la concentración.

La segunda parte siguió un guión parecido al de la primera, con un ritmo todavía más pausado. Cristiano Ronaldo intentó marcar el segundo del Madrid con insistencia, pero si no se estrellaban sus disparos contra un rival mandaba sus pases a la grada del Bernabéu. Se desesperó el portugués, no encontraba la manera.

Los minutos pasaban, el Alavés mordía pero no helaba la sangre de los blancos. Un cabezazo, un disparo mordido, un pase sin destinatario... Llegaban, pero les faltaba algo de pegada para intimidad a Kiko Casilla. Y así entramos en los 15 últimos minutos, sin apenas juego, como si los dos equipos se hubiesen despertado de una siesta muy larga.

Isco y Nacho cerraron el encuentro

Hubo oportunidad de ver a Kovacic y a Lucas Vázquez, que cuentan con menos minutos en este segundo tramo de temporada tras la vuelta de los titulares indiscutibles. Isco cerró el partido a falta de 10 minutos para el final con un disparo seco tras un pase de Cristiano que pilló por sorpresa a Pacheco. Nacho se sumó a la fiesta a los tres minutos con un gol de cabeza tras una falta de Bale que se estrelló en el larguero.

Y con esto se llegó al final de un partido que pareció de trámite para el Real Madrid, con las rotaciones hechas por Zidane y por el juego desplegado por su equipo, y de poco acierto del Alavés, que lo intentó pero que no acabó de encontrar su gran ocasión para hacer daño a los blancos.

Los blancos se mantienen líderes de la Liga con cinco puntos de ventaja sobre un Barcelona que todavía tiene que jugar su partido contra el Granada y con un partido menos que los culés. El Alavés, por su parte, se mantiene en la zona media de la tabla con 40 puntos.