Iker Casillas se despidió del resto de temporada tras sufrir un infarto que le sorprendió cuando estaba en estado de gracia y había dejado atrás sus peores momentos en el Oporto, con un inicio complicado, que pudo superar, hasta encontrarse en la actualidad en su mejor momento deportivo, hasta el punto de postularse su nombre para volver a la selección española.

El portero español estaba completando una gran temporada en su cuarto año con la camiseta de los "dragones", en el que sus números, 19 goles en 31 partidos de Liga, le habían colocado entre los mejores guardametas de las Ligas europeas.

Casillas, que permanece ingresado en el Hospital CUF de Oporto pero se encuentra estable, había dejado atrás los peores momentos sufridos en el club portugués, al que llegó en el verano de 2015 de la mano del entonces técnico de los "dragones", Julen Lopetegui.

Lopetegui apadrinó la llegada de su compatriota al norte de Portugal con un contrato de dos temporadas después de su salida del Real Madrid, del que se despidió después de 25 años y tras una última etapa convulsa. Su aterrizaje en Portugal, donde se convirtió en el fichaje más mediático hasta la fecha, fue recibido con euforia entre los aficionados del conjunto blanquiazul, que agotaron rápidamente su camiseta en la tienda del equipo. Sin embargo, a nivel futbolístico, sus inicios no fueron nada fáciles.

La inestabilidad vivida por el club luso derivó en la destitución de Lopetegui en enero, que dejó a Casillas sin la que fue una de las figuras más importantes en su fichaje, aunque se reencontró con un viejo amigo, José Peseiro, que había sido adjunto en de Carlos Queiroz en el banquillo del Real Madrid.

Con el cambio de entrenador el equipo no levantó cabeza y cerró la temporada en blanco, resultado que se repetiría la campaña siguiente, ya a las órdenes de Nuno Espírito Santo. La falta de títulos, no obstante, contrastaba con la situación personal de Casillas, que en su segundo año registró actuaciones que evocaron sus mejores momentos en la capital española.

Además, en esa segunda temporada, se había ganado el cariño de la afición y el respeto del vestuario, erigido como uno de los líderes del equipo, y estaba totalmente adaptado a la ciudad de Oporto, donde según aseguró en varias ocasiones que vive muy feliz con su familia.

El jugador decidió así quedarse en el fútbol portugués y el Oporto activó la cláusula que le permitía renovar por un tercer año, en el que tomó las riendas del equipo su actual entrenador, Sérgio Conceição. El portero inició la temporada 2017/2018 en buen estado de forma y enseguida se colocó entre los guardametas menos goleados de Europa.

Sin embargo, su desempeño en los entrenamientos no convenció al nuevo técnico. En una controvertida decisión tomada en octubre, Conceição le relegó entonces al banquillo durante casi cuatro meses, la que sin duda fue la peor etapa de Casillas en el Oporto. Pero los malos momentos llegaron a su fin en febrero.

El portugués José Sá encajó un 0-5 en Do Dragão en Liga de Campeones ante el Liverpool y Casillas recuperó la titularidad. El español volvió en forma: en el partido de vuelta en Anfield, donde mantuvo a cero la portería del Oporto (0-0), fue incluso ovacionado por la afición inglesa.

La temporada culminó con su tan ansiado primer título con el Oporto, la Liga lusa, y el club anunció enseguida su renovación por otro año, el actual, que arrancó con victoria en la Supercopa y, una vez más, cifras que le colocaron entre los mejores cancerberos del continente.

Tan bien estaba este año en el Oporto que a finales de marzo el club anunció su renovación por una temporada más con opción a otra, en una ceremonia en el Estadio do Dragão en la que el presidente, Jorge Nuno Pinto da Costa, le dejó buenas palabras: "Iker ama este club y esta ciudad. No se ha movido nunca por dinero".

Su buen estado de forma hizo renacer incluso a los defensores de su vuelta a la selección española, a la que nunca le ha cerrado la puerta. La temporada sólo se le complicó en los últimos dos meses, cuando los "dragones" perdieron el liderato liguero a favor del Benfica -a falta de cuatro jornadas, tienen dos puntos de ventaja y el "goalaverage" a favor- y cayeron eliminados en cuartos de la Liga de Campeones por el Liverpool.

Ahora, Casillas dice adiós al resto de temporada con la esperanza de que sus compañeros sean capaces de remontar en el campeonato liguero y llevarse la Copa de Portugal en la final que jugarán frente al Sporting.

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