Un entrenador de Valencia ha sido acusado de hasta 36 delitos de abuso sexual a menores de 12 años y la Fiscalía pide 248 años de prisión. El acusado acaba de prestar declaración en la Audiencia de Valencia.

El juicio comenzaba hoy en a Ciudad de la Justicia de València y en toda la jornada el implicado solo ha respondido a las preguntas de su abogado. Sin embargo, su declaración no se corresponde con todos los testimonios de los niños afectados.

Los jóvenes aseguran que su entrenador les engañó para poder abusar de ellos, les hizo creer que era un juego, que todo consistía en un reto. De hecho llamaban a todos los tipos de actos sexuales los "retos de Josevi".

Según la acusación pública el procesado aprovechaba su condición de entrenador y monitor de la escuela de verano para ganarse la confianza de los niños y jugar con ellos al fútbol en el polideportivo, ir a comer una hamburguesa o jugar a la video-consola en su casa. Los niños llegaron a considerarlo como una amigo, como si fuera de su grupo de amigos. De esta forma el entrenador proponía retos y, aquellos que perdieran, debían realizar todo tipo de actos de carácter sexual. Estos retos se realizaban en los aseos de un polideportivo, en un polígono industrial o en una pista de motocross.

Todos los hechos ocurrieron entre 2015 y 2018 y los padres nunca llegaron a imaginarse que nada de esto estuviera pasando ya que el acusado era una persona popular y de una buena familia del municipio.

"Éramos amigos y nunca les obligaría a nada que no quisiesen, si no hubiéramos querido jugar nunca hubiéramos jugado. Nunca pensé que hubiera hecho nada malo", ha asegurado el entrenador en su declaración mientras añadía: "Si alguna vez alguna persona se ha sentido dañada, nunca ha sido mi intención hacer daño a esas personas".

Mientras tanto, los chicos han declarado cómo ocurrieron los hechos.

"Hace tres o cuatro años empezamos a jugar a los retos", ha declarado por su parte uno de los jóvenes quien ha seguido narrando cómo eran todas las prácticas sexuales que mantenían, las cuales las "propuso José Vicente": "Era un juego de fútbol y quien perdía tenía que hacer esos retos, normalmente no nos negábamos porque nos decía que era un juego, no nos sentíamos intimidados, éramos muy jóvenes y no sabíamos lo que significaba".

"Me sentí mal, no me gustaba, no lo entendía, pero yo era muy inocente y nos decía que era normal, que otros menores también jugaban", ha continuado explicando otro de los afectados. Además ha asegurado que "nunca había nadie delante, solo los menores y él. Normalmente sucedía en fin de semana, por la tarde o en vacaciones, y buscábamos sitios alejados para que nadie se enterase".