Pedri es sin duda alguna la gran noticia del Barça esta temporada. En una temporada de renovación, en la que LaLiga está más que complicado y en la que además hay algo de jaleo institucional con la marcha de Bartomeu, la Gestora y las elecciones. En río revuelto, el canario es sin duda alguna la luz de Koeman en el verde.

Y lo es con razón, tal y como demostró ante el Huesca. Ante un Huesca que vio, posiblemente, el mejor partido del canario con la camiseta azulgrana. Y, si no el mejor, de los tres mejores.

En esta ocasión, Pedri salió en el once inicial justo en el puesto en el que más luce. Escoltado por Busquets y por De Jong, y justo tras Messi, Dembelé y Braithwaite mientras Griezmann esperaba en el banquillo.

Ahí, bailó. Y no, a veces no lo hizo de forma metafórica, porque verle es como, por qué no decirlo, rememorar a Andrés Iniesta. Pedri se exhibió, jugando rápido, preciso y manejando los tiempos.

Y su conexión con Messi apunta a dar buenas alegrías al Barça. El canario se entendió perfecto con el 10, dejando pases, paredes y, en solitario, controles y regates de un nivel exquisito.

Su edad, 18 años. Es lo que dice el DNI al menos, pero su carnet futbolístico apunta a otra cosa. Apunta a que parece que esta no es su primera temporada en el Barça, y apunta a que tiene experiencia de sobra con el balón en los pies.

A saber hasta dónde es capaz de llegar Pedri de seguir así. El chaval llama, y con fuerza, a las puertas de la Selección de Luis Enrique. Es una de las sensaciones del Barça y de LaLiga, y ante el Huesca fue, como en muchos otros partidos, el mejor de su equipo.

Los culés, con su victoria por la mínima ante el Huesca por 0-1 gracias a un tanto de De Jong, suma 28 puntos y, con un partido más, tiene a 10 al Atlético, líder.

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