El exjugador brasileño del Deportivo Mauro Silva ha confesado este sábado que le emocionó, aunque sin llegar "a las lágrimas" el homenaje que le brindó la afición del estadio de Riazor en el encuentro ante el Málaga, en el que dio suerte (2-0) al equipo en el que militó desde 1992 hasta que se retiró en 2005.

El brasileño ha pisado este sábado por primera vez el césped de Riazor desde que se retiró en 2005 y ha recibido el cariño de la afición de Riazor en el descanso del encuentro ante el Málaga, en el que los seguidores blanquiazules sacaron la pancarta: 'Gracias por hacernos eternos'.

Casi doce años después, Mauro Silva, que llevaba un decenio sin visitar A Coruña, escuchó en el círculo central, ese en el que deslumbró como jugador, el cántico que Riazor entonaba cuando vestía la elástica blanquiazul, la única que lució en Europa.

A Coruña fue su casa durante 13 años, desde 1992 hasta mediados de la década pasada, y él se siente "deportivista y coruñés", tal y como afirmó esta semana en la clausura del campus que lleva su nombre desde hace 18 años en la ciudad gallega.

"Mantuve la compostura, me he emocionado, pero no llegué a las lágrimas", comentó Mauro Silva a los periodistas a la conclusión del partido ante el Deportivo.

El que fuera campeón del mundo en 1994 con Brasil y que conquistó los seis títulos que tiene el Deportivo en sus vitrinas admitió que se emocionó "más" esta semana cuando se reencontró con el que fue su primer entrenador en Europa, Arsenio Iglesias.

Silva afirmó que el deportivismo, que le ovacionó en el descanso del partido con el Málaga, le ha brindado "una acogida impresionante".

"No esperaba tanto, estoy muy feliz desde que llegué el miércoles a A Coruña y el colofón fue esta victoria. Estoy encantado", comentó.

El exjugador del Deportivo dio suerte al conjunto coruñés, que empataba sin goles cuando fue homenajeado y acabó sumando tres puntos ante el Málaga que le acercan a la permanencia.

"Ha sido suerte haber bajado al campo, haber tenido este contacto con la afición y enseguida los goles. Para mí, ha sido el viaje perfecto. Más que el homenaje, la victoria, los tres puntos para tener tranquilidad y pensar en la próxima temporada", comentó Mauro, quien confesó sentirse "coruñés y deportivista".

El exfutbolista tuvo palabras de agradecimiento para el actual presidente del club, Tino Fernández, por haberle permitido disfrutar de la afición de Riazor y respaldó su gestión.

"Se están haciendo las cosas muy bien dentro de las posibilidades que hay. Hacer un equipo sin dinero no es tan sencillo. El fútbol hoy en día es muy competitivo. Con el dinero que se maneja se está haciendo lo que se puede, no es fácil y hay que adaptarse. Nos ha tocado un momento malo ahora, pero ya vendrán los buenos momentos", declaró.

Mauro Silva, que llevaba un decenio sin visitar Galicia y no había vuelto al césped de Riazor desde que se retiró en 2005, deseó "volver pronto y que el Dépor pueda estabilizarse".