La selección de España sub-21 conquistó este domingo el Europeo de categoría por quinta vez en su historia, tras ganar 2-1 a Alemania en el estadio Dacia Arena de Udine (Italia), y vengar la derrota que los alemanes les habían infligido en la final de la anterior edición.
Un golazo de Fabián Ruiz en la primera mitad, rubricado en la reanudación por Dani Olmo, en un partido de gran sufrimiento en el que Alemania recortó distancias en el 88, coronaron una generación histórica para España, justo el mismo día en el que, en 2017, se rendía a los alemanes en Cracovia.
El seleccionado de Luis De La Fuente, que ya había sido campeón en 2015 del Europeo sub-19 con nueve integrantes de la actual plantilla, se tomó la revancha más dulce contra el equipo de Stefan Kuntz y se hizo un hueco en la historia del fútbol español.
Era el día que el seleccionado sub-21 español llevaba dos años esperando y sus ganas de revancha se tradujeron en un gran comienzo de partido, en el que se apoderó del balón, encerró a Alemania en su mitad de campo y se adelantó en su primer remate a portería, con un golazo de Fabián (m.7).
El centrocampista del Nápoles, que ya había sido decisivo contra Polonia con un gol casi idéntico, profundizó en el centro del campo y liberó un zurdazo desde los 18 metros que terminó al fondo de las mallas y que desató la euforia de los cientos aficionados españoles que acudieron a Udine desde España.
Toques, combinaciones y un juego autoritario marcaron unos primeros veinte minutos que rozaron la perfección para la Roja, pero después Alemania cambió de actitud y poco a poco aprovechó la menor intensidad española para acercarse a la portería de Antonio Sivera. España se echó para atrás y arriesgó.
Jesús Vallejó pudo ver una roja por una dura falta a Luca Waldshmidt (m.32) que se quedó en amarilla, y Alemania llegó a colgar un centros muy peligrosos en los que se agigantó Unai Nuñez para contener el poderío físico de Jonathan Tah y Timo Baumgartl y enviar a la Roja a los vestuarios con una valiosa ventaja.
Y es que el gran desgaste físico de los últimos compromisos, con la semifinal contra Francia del jueves que se jugó bajo 35 grados, complicó el trabajo de España, que tampoco tras el descanso logró recuperar el mando del balón. Pero las motivaciones del seleccionado de De La Fuente les dieron un plus de empuje.
Pese al enorme sufrimiento, España aguantó sin conceder claras ocasiones de gol y el premio a su entrega llegó en el 70. Tras una gran acción coral liderada por Ceballos, Fabián remató desde fuera del área y el meta Alexander Nubel no detuvo el balón.
El primero en llegar fue Olmo que con una vaselina superó al guardameta y logró un trascendental 2-0. Fue un golpe psicológico. España se vino arriba y Alemania empezó a conceder espacios para los contragolpes de la Roja, que perdonó dos grandes oportunidades primero con Fabián y luego con Borja Mayoral, que saltó al campo en sustitución de Fornals.
Los chicos de De La Fuente tuvieron la "bola de partido" en el 81, pero Soler remató al larguero desde dentro del área y esa ocasión fallada obligó a la Roja a sufrir hasta el último segundo, pues Amiri en el 88 recortaba distancias con un remate desde los 20 metros que entró tras una desviación de Vallejo.
Se quedó solo como una anécdota para la Roja, que tras tres minutos de tiempo añadido pudo poner sus manos en un título europeo que es la guinda al largo camino de una generación memorable.
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