No todo es cosa de experiencia cuando se trata del banquillo de un equipo grande. Zidane puede ser buen ejemplo de ello, y Solskjaer, en el Manchester United, va de camino a serlo también. El noruego, que recogió el testigo de un Jose Mourinho que cuenta con años y años de vivencias como entrenador, le ha cambiado la cara a unos 'red devils' que han vivido una auténtica metamorfosis en tan solo tres partidos.

Son los que han hecho falta para ver que algo, o todo, es diferente. Porque de lo que dejó Mou a lo que tiene ahora Solskjaer es tan distinto que parece un equipo completamente nuevo. En su primer encuentro, cinco goles a favor como visitante. En el segundo, tres en Old Trafford. En el tercero, cuatro en el Teatro de los Sueños. Doce dianas, cuando Mourinho dejó al equipo con 39 en 17 duelos.

Sin duda los goles a favor, cuatro de media en estos tres primeros envites, son un factor clave para que este Manchester United viva en calma y tranquilo cada partido que juega. Pero también es un factor clave el humano, pues los jugadores se han liberado y muchos han dado un paso adelante. Sobre todo uno: Paul Pogba.

El francés, ahora sí, está justificando la increíble millonada que soltó el United por él para llevárselo a la Premier. Líder absoluto del mediocampo, ha marcado cuatro goles en tres partidos, dejando claro que aparte de talento es un llegador y un 'box to box' que tanto gustan a los entrenadores en el fútbol actual.

Rashford también ha cogido galones, siendo el autor de dos goles en estos últimos tres partidos. Lukaku parece haber perdido terreno, aún habiendo marcado contra el Bournemouth, mientras que en mediocampo el noruego ha elegido a Ander Herrera y ha dejado a Fellaini con las maletas a medio hacer para irse de Old Trafford.

Sutiles cambios los que ha traído Solskjaer a su Manchester United. Sutiles pero que, eso sí, están dando el resultado que se espera para que un grande como el equipo al que entrena juegue como tal. Corren nuevos y frescos vientos en el Teatro de los Sueños.