Nuevo giro, y drástico, en la polémica que envuelve a Luis Rubiales desde que el pasado domingo, durante la entrega de medallas a las campeonas del Mundial, besara sin consentimiento a Jenni Hermoso.

La FIFA, máximo órgano del deporte rey a nivel mundial, ha abierto un expediente disciplinario contra el presidente de la Federación Española de Fútbol por los hechos acaecidos tras la final frente a Inglaterra.

"Estos hechos podrían resultar constitutivos de violaciones de los artículos 13.1 y 13.2 del Código Disciplinario de la FIFA", reza parte del comunicado de la Comisión Disciplinaria de la FIFA.

Dichos artículos consideran sancionable violar las reglas básicas de conducta digna e insultar a una persona física o jurídica de cualquier forma, especialmente utilizando gestos, señas y lenguaje ofensivos.

La FIFA considera que una persona en el puesto de Rubiales debe respetar las Reglas de Juego, así como los Estatutos de la FIFA y las normas de la FIFA, reglamentos, directivas, directrices, circulares y decisiones, y cumplir con los principios de juego limpio, lealtad e integridad.

A su vez, el órgano ha anunciado que solo proporcionará más información sobre el caso una vez que se emita una decisión final al respecto.

"La FIFA reitera su compromiso inquebrantable de respetar la integridad de todas las personas y condena enérgicamente cualquier comportamiento contrario", añade el citado texto.

La FIFA tiene la última palabra

Cabe destacar que el Código Ético de la FIFA prevé una inhabilitación de hasta dos años por "conductas inapropiadas" y de un mínimo de otros dos en casos de "abuso sexual, acoso y explotación".

En el caso de que el organismo interpusiera una sanción contra Rubiales, esta se impondría sobre cualquier otra que pudiera decidir la propia Federación Española en la Asamblea de este viernes.