Tal día como hoy, pero en 2005, tuvo lugar la carrera que supondría el fin de la era Michael Schumacher. El cambio de ciclo de la Fórmula 1. El día en que un joven Fernando Alonso tomaría el testigo del todopoderoso heptacampeón alemán. Hoy, un 24 de abril, se cumplen 15 años de la mítica batalla en el GP de San Marino. De la batalla que supuso un antes y un después en la F1.

Todo estaba dispuesto para que algo así pudiera suceder. Para que Renault, que tenía un coche capaz de plantar cara tanto a McLaren como a la por aquel entonces imbatible Ferrari con Schumacher, pudiera hacer algo grande. Lo hizo en las tres primeras carreras, con un Alonso que sumó dos victorias. Y lo volvió a hacer en la cuarta.

En Imola. El lugar que fue el centro de atención de muchos hogares en España que vieron y casi infartan con doce vueltas que pasaron a la historia de la Fórmula 1. Fernando Alonso, la gran promesa del automovilismo español, se iba a citar con Michael Schumacher en el asfalto. Se iba a citar con un piloto que llegaba con su séptimo Mundial bajo el brazo al año 2005.

Alonso, quien puso fin a la era Schumacher

No comenzó bien, pues en la 'Scuderia' no dieron con la tecla en ese comienzo de temporada. Sin embargo, Ferrari es Ferrari siempre, y por aquel entonces, con Schumacher, era mucho más. Sin Raikkonen en acción por un problema de fiabilidad, algo que le lastró durante toda la temporada, Alonso pensó que todo iba sobre ruedas en Imola... pero no.

Nada más lejos de ir sobre ruedas sin duda alguna, pues su Renault iba peor a cada vuelta que pasaba mientras que Michael Schumacher parecía llevar alas en la pista. Le recortó segundo a segundo hasta ponerse tras él. Hasta comprobar que, aparte de saber ganar, Fernando Alonso sabía soportar la presión. No era que ganase, era que era y sigue siendo un ganador.

Ni se inmutó al ver por el retrovisor al Kaiser. Al heptacampeón. Alonso sabía que era el momento de demostrar su grandeza. De lanzar un mensaje, el de 'aquí estoy yo'. El de derrotar, de tú a tú, a la de momento mayor leyenda que ha visto la Fórmula 1. Lo hizo.

Doce vueltas perfectas ante el Kaiser

Le aguantó un total de doce vueltas. Cerrándole cada puerta, cada espacio, cada opción de que antes de llegar a meta fuera Schumacher y no él quien antes pasase por la bandera a cuadros. Cada curva era un examen, y Fernando Alonso, que en aquel entonces sumaba cero Mundiales, sacó una puntuación completamente perfecta ante el profesor más exigente de la Fórmula 1.

Fue sin duda la carrera que marcó a ambos. La que supuso el adiós de la era Schumacher y el comienzo del reinado de Fernando Alonso y de Renault. Ese 2005 llegaría el primero de los dos títulos del asturiano, y sería además 2006 el último año de Michael en Ferrari.

Lo demás bien pudo ser diferente para Alonso. La guerra con Hamilton en McLaren de 2007 le privó del tercer título, y en Ferrari estuvo hasta en dos ocasiones peleando hasta la última carrera por obtener otro Mundial. No pudo ser, pero Imola fue el primer gran golpe de la mesa del que a posterior sería bicampeón. Victoria, y además noqueando en batalla al gran campeón de la Fórmula 1.