Leo Messi ya disfruta de las vacaciones de verano. El argentino, que no estará ante el Eibar por permiso de Ronald Koeman en el último partido de LaLiga del Barça, ha hablado con 'Olé' mostrando un lado desconocido hasta el momento.

Y es que el 10 reconoce que hay algo de lo que se arrepiente en sus inicios: "No les pedí las camisetas a jugadores a los que me enfrenté siendo chico. Ronaldo, Roberto Carlos... Me habría gustado tenerlas".

Porque desde muy joven, Messi tenía claro qué es lo que quería hacer: "Con cuatro o cinco años ya andaba con la pelota. Ahí empecé a jugar en el club, y en la calle todo el tiempo".

Luego, su llegada al Barça: "Fue complicado tomar esa decisión, pero también fue rápido. Fue duro, porque no podía jugar por un asunto de papeles y después me lesioné. Tras eso todo fue rápido".

Eso sí, Rosario sigue muy presente en su corazón: "Volvía llorando de allí. No me quería quedar, pero al mismo tiempo sí. Me costaba dejar todo. He perdido muchas amistades... ahora con 13 o 14 años se tiene un teléfono, pero antes no".

Messi reconoce que hay ciertas cosas que lleva mal por ser quien es: "Quieres salir y pasar inadvertido, pero es complicado. No pasa nada porque te conozcan, pero hay momentos en que uno quiere estar sin esa presión".

En el tema anécdotas, una relacionada con la máscara facial que llegó a llevar Carles Puyol: "Me hicieron llegar eso tras una fractura en el pómulo cuando estaba en cadetes, con 14 ó 15 años. Me quedaba grande, se movía para todos lados y me la saqué a la mierda".

Eso sí, de lo que no dice nada es del futuro, pero ve la Copa del Rey como "un punto de inflexión": "Fue especial. El club viene de un par de años en lo que no estábamos bien por distintos resultados y títulos. Es un vestuario muy joven, con mucha gente nueva".