Se acabó la Liga para el Real Madrid. Al menos de forma oficial. Los blancos, que hace tiempo dejaron en un segundo plano muy, muy profundo el torneo de la regularidad, pusieron un triste broche a una aún más triste temporada con un empate a dos ante el Villarreal, en un partido en el que fueron de más a menos hasta perder una renta de 0-2 a favor.

La cabeza podía estar en Kiev, pero Zidane no tenía en mente eso de dar descanso y refrescar las piernas de sus titulares. Ni Ceballos, ni Theo, ni Llorente... ninguno salió al comienzo en un once que tuvo a los Cristiano, Bale, Modric... y a Carvajal, que sale de lesión muscular. La única novedad fue la entrada de Luca Zidane, hijo del entrenador, que debutó con el Real Madrid.

En juego, sobre el papel, solo estaba la segunda posición, una que el Atlético se aseguraba con tan solo sumar un punto ante el Eibar. Pero también se 'jugaban' llegar bien preparados a Kiev. Llegar con ritmo de competición. Y en el caso de Gareth Bale, ser de los once elegidos para una final que ya se perdió el pasado año en su Cardiff natal.

El galés respondió, como hizo la pasada jornada, y volvió a mojar para sumar ya 16 dianas esta temporada. Una en la que ha estado siempre en el ojo del huracán. Que le ha tenido como blanco de las críticas. Una en la que sin ser la mejor o la que más recuerde lleva tan solo diez goles menos que Cristiano.

El luso fue el segundo anotador del Real Madrid, aprovechando un centro espectacular de Marcelo con el exterior. Y es que los de Zidane, que 'solo' se jugaban la segunda plaza de la Liga, fueron un rodillo intenso y preciso para un Villarreal que estuvo a merced de su rival... al menos hasta la segunda parte.

Ahí ya Kiev empezó a pesar. Y ahí ya el Villarreal se soltó de sus cadenas para dejar de ser dominado. Los amarillos fortalecieron su defensa y su seguridad, y gracias a ello pudieron 'volar' hacia el área de Luca Zidane. Probó Sansone al arquero blanco de falta, con una buena reacción despejando de puños. Y Roger le batió. Gran gol del atacante buscando hueco y espacio y definiendo con el interior de su derecha.

Por aquel entonces Cristiano y Modric ya habían dejado su hueco en el campo a Benzema y a Lucas Vázquez, y el mediocampo se descontroló más. En una acción que en Kiev no se puede repetir, con un enorme desajuste defensivo, Marcelo tiró mal el fuera de juego y Samu Castillejo se plantó solo ante Zidane. El portero, mal, se comió el recorte y vio desde el suelo cómo el cuero entraba en sus redes para el empate en La Cerámica.

Pudo marcar Lucas Vázquez, en un remate de volea que se fue por muy poco fuera del arco. Pero no, no marcó, y la Liga llega a su fin para un Real Madrid que desde antes de Navidad ya sabía que la Champions era su competición. Un partido definirá cómo será recordada la temporada 2017-18 del de momento campeón de Europa.