Dani Alves se reivindicó una noche más con un gran partido ante el Mónaco. Suyo fue el pase que desembocó en el gol de Mandzukic y de su bota derecha salió uno de los goles de la Champions. Alves, lejos de mostrarse eufórico, mantuvo la cabeza fría para analizar un partido.

"No parece de locos, parece de alguien que vive la profesión con mucha pasión. Lo que tengo en mi vida es por el respeto de mi carrera y por el trabajo duro. La gente piensa que soy un loco, pero sé lo que me ha llevado a ser lo que soy", afirmó.

Asegura que él sabía de lo que era capaz, pero necesitaba adaptarse a un fútbol diferente al del Barcelona: "Lo único que tenía que hacer era adaptarme a la filosofía del club, haciendo disfrutar y disfrutando".

Sobre su posible rival en la final de la Champions, no quiso adelantar que se medirán al Real Madrid, ya que cree que el Atlético se lo pondrá difícil en el Calderón. "No va a ser fácil, el Atlético lo va a poner difícil. Nosotros tenemos que tener la euforia y la alegría y ya hemos hecho nuestra parte", finalizó.