El Cristo Redentor, la monumental estatua que corona el cerro del Corcovado y que es el mayor símbolo de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, se quedó a oscuras durante una hora este lunes por la noche en solidaridad con el futbolista del Real Madrid, Vinicius.

Las luces que iluminan la estatua de 709 metros del famoso Cristo de brazos abiertos se apagaron a las 18:00 hora local (21.00 GMT) y dejaron en penumbra el monumento hasta las 19:00 hora local (22.00 GMT).

"El Santuario Archidiocesano Cristo Redentor repudia los ataques racistas sufridospor el futbolista brasileño Vinicius el domingo 21 de mayo durante el partido entre el Real Madrid y el Valencia", informó la Archidiócesis de Río de Janeiro en un comunicado.

La iluminación fue desconectada durante una hora como "símbolo de lucha colectiva contra el racismo y en solidaridad al futbolista y a todos los que sufren prejuicio en el mundo", agrega la nota.

La reacción de Vinicius tras el apagón

El jugador del Real Madrid y de la selección brasileña confesó estar conmocionado por el acto de apoyo en un mensaje que publicó en sus redes sociales.

"Negro es importante. El Cristo Redentor quedó así hace poco. Una acción de solidaridad que me emociona. Pero quiero, sobre todo, inspirar y traer más luz a nuestra lucha", afirmó Vinicius.

Un momento que aprovechó también para agradecer todo el apoyo que ha recibido, tanto de Brasil como de todo el mundo. "Sé exactamente quién es quién. Cuenten conmigo porque los buenos son mayoría y no voy a desistir. Tengo un propósito en la vida y, si tengo que sufrir cada vez más para que las futuras generaciones no pasen por situaciones parecidas, estoy listo y preparado", concluyó.

Los administradores del Cristo Redentor se sumaron a los mensajes de repudio al racismo que se multiplicaron este lunes en Brasil. El propio Gobierno, en un comunicado, repudió "en los más fuertes términos" los insultos racistas que Vinicius "viene sufriendo reiteradamente en España" y exigió que las autoridades gubernamentales y del fútbol de ese país, así como a la FIFA, que adopten medidas "efectivas".

En un duro comunicado oficial difundido por la cancillería, el Gobierno de Lula da Silvalamentó "profundamente que, hasta el momento, no se hayan tomado providencias efectivas para prevenir y evitar la repetición de esos actos de racismo".

La reacción del Gobierno brasileño a lo sucedido en Mestalla ha sido inmediata y dura, al punto que esos hechos fueron comentados por el propio presidente Lula este lunes, en declaraciones a periodistas al margen de la Cumbre del G7, en la ciudad japonesa de Hiroshima.

"No es justo que un joven pobre que triunfó en la vida y que se está transformando en uno de los mejores futbolistas" sufra este tipo de ataques, declaró Lula, quien apuntó que "no podemos permitir que el fascismo y el racismo tomen los estadios de fútbol".

Por su parte, en España también han sido muchos lospolíticos que se han pronunciado sobre este asunto denunciando lo ocurrido.