Vinicius Jr. ha estallado. Y con él, LaLiga y el futbol profesional en España. Los cánticos racistas registrados este domingo en Mestalla, donde una multitud de aficionados del Valencia atacó al jugador del Real Madrid al grito de "mono", parecen haber marcado un antes y un después en la situación que viene sufriendo el futbolista brasileño desde hace un tiempo en nuestro país. Situación que ha intentado atajar el propio Vinicius no en pocas ocasiones, siendo esta última vez más tajante que nunca, como ha expresado en una serie de mensajes publicados en Twitter posteriores al partido.

"No era la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en LaLiga. La competición cree que es normal, la Federación también y los adversarios la alientan. Lo siento",lamentó el futbolista en sus redes sociales, asegurando que vive en "una hermosa nación" que le "acogió" y a la que "ama", pero que "accedió a exportar al mundo la imagen de un país racista". Y añadió: "Hoy, en Brasil, España es conocida como un país de racistas. Y desafortunadamente, para todo lo que sucede cada semana, no tengo defensa".

Estas palabras, de las que se ha hecho eco hasta el presidente de Brasil, Lula da Silva, reclamando "medidas para evitar que el racismo se apodere del fútbol", no han pasado desapercibidas en el terreno político español, donde se ha dado una condena unánime por parte de un gran número de dirigentes políticos de diferentes colores para mostrar su apoyo al futbolista y su rechazo a los cánticos dados en el campo del Valencia. Una de los primeras en denunciar esta situación ha sido la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

"Los cánticos racistas en los estadios de fútbol no representan a nuestro país, ni a ninguna hinchada de fútbol. Seguiremos trabajando para acabar con el racismo o cualquier otra forma de discriminación", ha expresado Díaz en un mensaje en Twitter. En una línea similar se ha manifestado el también ministro, pero de Consumo, Alberto Garzón: "El racismo esta muy inoculado en parte de las aficiones, en las mas ultras, de la derecha radical; hay que dar una respuesta contundente por parte del equipo arbitral y también por parte de las instituciones".

También Íñigo Errejón, diputado de Más País, que se ha preguntado "cuándo se va parar un partido para enfrentar el racismo", o si estos "solo se paran cuando llamas nazi a un nazi". Y desde Cataluña, el dirigente político de Esquerra Republicana Gabriel Rufián ha ironizado con la ineficaz forma de combatir estos ataques discriminatorios en nuestro país. "Nada justifica el racismo pero tampoco se puede ir provocando por ahí", ha puesto en referencia a España frente a la condena tajante y sin matices que, según ha expresado, sí se realiza en otros países.

Asimismo desde la derecha se ha mantenido esta posición. La propia Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha criticado los hechos, asegurando que "los campos de fútbol nunca se pueden convertir en esto", y precisando: "No sé si desde luego (para evitarlo), paralizando el partido y tomando medidas, pero todos tenemos que ocuparnos un poco de esto porque si no la imagen que se traslada es realmente perjudicial y, encima, es que es mentira".

Por el contrario, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha mantenido un encontronazo con Vinicius acerca de esta cuestión. "Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros, pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste. Antes de criticar e injuriar a LaLiga, es necesario que te informes adecuadamente, Vinicius. No te dejes manipular y asegúrate de entender bien las competencias de cada uno y el trabajo que venimos haciendo juntos", ha escrito el dirigente en Twitter.

Unas palabras que recibieron poco después la respuesta del futbolista: "Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme. Por más que hablas y finges no leer, la imagen de tu campeonato se estremece. Mira las respuestas a tus publicaciones y llévate una sorpresa... No soy tu amigo para hablar de racismo. Quiero acciones y castigos. El hashtag no me mueve".