Menisco, lesiones musculares, cadera, tobillo y sóleo, sobre todo el sóleo. El historial de lesiones de Gareth Bale en el Real Madrid ha aumentado con el paso de las temporadas y de manera progresiva, haciendo que el galés se pierda una cantidad enorme de partidos con el conjunto blanco.

En concreto, Bale se ha perdido, por el momento, 53 partidos, una gran cantidad teniendo en cuenta que ha jugado 159 y que podría haber pasado hace tiempo los 200 partidos vestido de blanco. Si lo pasamos a porcentaje, Bale se ha perdido el 25% de los partidos por lesión.

El comienzo de sus problemas

La temporada de su llegada, la 2013/2014, Bale tuvo dos lesiones menores en pie y menisco que le hicieron perderse dos partidos entre Tottenham y Real Madrid. También tuvo problemas musculares que le impidieron jugar en seis ocasiones, tres de ellas por problemas en el sóleo.

En la 2014/2015 tuvo dos lesiones en su sóleo izquierdo, perdiéndose cuatro partidos por ello y otros cuatro por una lesión en el músculo piramidal derecho. Su calvario real empezó en la 2015/2016, en la que sufrió cinco lesiones que le tuvieron un total de 73 días parado en los que se perdió 18 partidos.

Un historial que amenaza con aumentar

Ya en la pasada temporada, la 2016/2017, sus lesiones se dispararon, teniendo una especialmente grave en la rodilla que le dejó sin jugar desde noviembre hasta febrero. En total, Bale se perdió 29 partidos, estando 136 días recuperándose de sus lesiones.

La temporada 2017/2018 no ha empezado mejor para Bale, que comenzó arrastrando sus problemas en el sóleo y que, cuando parecía que remontaba el vuelo, volvió a lesionarse para, al menos, dos semanas más. Es el maldito historial del galés con las lesiones, un historial que va de menos a más y que amenaza con seguir subiendo.

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Fuente: OPTA | Transfermarkt