Fútbol y dinero. Dinero y fútbol. El éxito deportivo va de la mano del crecimiento económico, sin embargo, la efimeridad del primero provoca tener que pensar qué ocurrirá una vez llegue el momento de colgar las botas. Abundan los casos de futbolistas retirados que terminan en la quiebra por malos hábitos, como Paul Gascoigne o George Best, o por no invertir correctamente lo ganado. Este es el caso de Cafú.
El exfutbolista brasileño, una vez retirado, decidió embarcarse en 2004 en una aventura empresarial, creando 'Capi Penta International Player' junto a su esposa Regina. El cometido de la empresa era gestionar las carreras deportivas de jugadores y atletas. Cafú invirtió gran parte de su capital en este nuevo proyecto pero, como toda inversión, lleva intrínseca la posibilidad del riesgo.
La agencia de representación deportiva no discurrió como el carioca esperaba y las deudas comenzaron a llover como los balones que colgaba al área. “Es un problema particular mío. Puedo dar mis propiedades, mi coche, mi casa… Puedo dar todo para pagar las deudas”, explicó el exfutbolista, consciente de la tesitura en la que se encuentra.
Según relata el diario brasileño Folha de Sao Paulo, el Tribunal de Justicia de Sao Paulo ha embargado las propiedades del ex de Milán y Roma, entre otros, por no poder hacer frente a las deudas y préstamos de su empresa 'Capi Penta International Player'. El fisco embargó cinco propiedades y bloqueó otras 15 más por el impago de descubiertos que oscilan entre el millón y los seis millones de dólares.
El embajador de Brasil para el Mundial de Catar, a los 49 años, posee, según el diario brasileño, unos 32 inmuebles de sus inversiones realizadas en la etapa como jugador, incluyendo desde apartamentos a fincas de más de 38.000 metros cuadrados.
Marcos Evangelista de Morães, conocido deportivamente por su apodo Cafú, formó parte del Comité Organizador de la Copa América y es el jugador con más apariciones portando la elástica de la selección brasileña. El carioca formó parte del plantel de Real Zaragoza que se alzó con la Recopa en 1995, conquistó la Champions League con el Milán y es el único futbolista que ha disputado tres finales de la Copa del Mundo consecutivas, ganando dos, en 1994 en el Mundial disputado en Estados Unidos y, en 2002, el que que albergaban Corea y Japón.