Xavi Hernández había comentado en la previa del partido que era "una final", pero el resultado y los errores individuales no estuvieron a la altura. Una sola victoria del Inter ante el Viktoria Plzen en la próxima jornada de grupos deja a los blaugranas fuera de la siguiente fase de la Champions. El Barça, además, debe ganar en casa al todopoderoso Bayern, ya clasificado. Al margen de sus resultados europeos, los síntomas en LaLiga tampoco presagian nada bueno.

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¿Qué dicen los protagonistas?

El partido, hasta el error de Piqué, parecía controlado. Después, las acciones puntuales y el desbarajuste y locura finales dejan una sensación que los protagonistas asumen como culpables.

  • Xavi lo achacaba a los fallos puntuales: "Esta Champions está siendo cruel con nosotros". "En Múnich fue la efectividad, en Milán otras circunstancias y hoy, errores defensivos", añadió. El entrenador sabe que no tiene tiempo de lamerse las heridas. El Clásico en el Bernabéu es en apenas cuatro días, uno de los partidos que pueden decidir LaLiga.
  • Los jugadores son conscientes de lo que se les pedía y de lo que han dado. Algunos han quedado especialmente señalados. "En este nivel no se pueden cometer estos errores", afirmaba Eric García, uno de los más criticados por su fallo en el gol de Lautaro, asume sus errores y Busquets, el capitán, hacía una reflexión más general: "Es una decepción. Era un grupo difícil, pero teníamos que aspirar a más después de los fichajes que se han hecho".
  • La otra cara es la del Inter. Su técnico, Inzagui, gobernó en el caos tras el regalo de Piqué y sacó pecho: "Valoramos mucho estos resultados, especialmente en España, ya que el Barcelona solo había perdido dos partidos y empatado otros dos".

Señalados

Reducir la fotografía de los errores de un grupo a uno o dos individuos siempre es injusto, pero hay protagonistas que salen muy mal parados del encuentro de anoche.

  • Piqué: Es inevitable hablar del central catalán, otrora exuberante y con jerarquía, hoy inocente y desbordado. Su error en el empate es de lo más grosero que se le recuerda. Rompe de manera exagerada el fuera de juego que tira la defensa y después se confía y no despeja un balón franco creyendo que estaba solo. Su fallo cambió el partido. Fue el punto de inflexión que necesitaba el equipo de Inzagui para creer en su planteamiento. Le da la razón a Xavi.
  • Eric García: Su salida de balón es el gran aval de esta promesa que no termina de eclosionar, pero su falta de contundencia le pasa facturas difíciles de pagar para un equipo como el Barça. El partido del de Martorell no fue malo, ni mucho menos; puso el centro en el gran remate de Lewandowski y sacó el balón con criterio. Jugar como central en el Barça tiene un riesgo añadido y de Eric se espera mucho más.
  • Busquets: Desde hace años es el faro que guía el centro de campo y la luz comienza a dar síntomas de intermitencia. Bien colocado, excelente en la presión en campo contrario y clarividente en la distribución del juego, el de ayer volvió a evidenciar que necesita más ayuda de la que tiene. Dos pases errados en la salida de balón provocaron una contra letal.
  • Xavi: Tiene todavía crédito, un equipo joven que moldea a su gusto y unos fichajes que nadie puede discutir. Sí es cierto que la suerte con las lesiones se ha cebado, en especial, con la defensa. La actuación arbitral en Milán, cuando menos, sospechosa y los errores puntuales, tras un buen planteamiento le han dejado bastante tocado, pero el correcalles y la desorganización tras el empate son situaciones que sí debería saber controlar.

¿Qué supone?

La factura que deja este partido es grande. Estado de ánimo, deshonra y dinero.

  • Con el Clásico en el horizonte, es inevitable preguntarse cómo va a afectar al estado de ánimo de estos jugadores a días de enfrentarse contra el Real Madrid. Si hace un mes el Barcelona soñaba revivir las épocas de Guardiola y el mejor Xavi jugador, con el Xavi técnico, apenas cuatro partidos después (Mallorca, Celta y el doble enfrentamiento contra el Inter), han devuelto los fantasmas. Tras la temporada pasada, la situación no puede ser más pesimista, pero también es verdad que un buen resultado puede sacarles de la depresión.
  • Quedar apeado por segundo año consecutivo en la fase de grupos de la Champions es una deshonra de la que muchos se aprovechan. Otros grandes clubes, sirva el Milan como ejemplo, han tardado muchos años en recuperar el estatus que tenían hace años, todavía lo siguen intentando. La sombra del Barcelona es alargada pero se va empequeñeciendo.
  • No pasar la fase de grupos supone una pérdida de más de 20 millones de € en las maltrechas arcas blaugranas. Llegar hasta cuartos en la máxima competición europea era una obligación, no ya solo en el aspecto deportivo, sobre todo en el aspecto económico. Para contextualizar; ganar la Europa League supone 8,6 millones de €, pasar solo la fase de grupos de la Champions, 9,6. El agujero negro del Barça sigue aumentando

¿Aún quieres saber más?

Los jugadores están hundidos, el partido de anoche les ha dejado muy tocados porque creen que tenían opciones y habían hecho méritos suficientes para pasar en los cuatro partidos disputados de la Champions, pero la realidad es que el Barça está cerca del abismo.