Varios testigos que se encontraban junto a Íñigo Cabacas cuando fue alcanzado por una pelota de goma que le causó la muerte han declarado en el juicio que los ertzainas dispararon "indiscriminadamente" contra las personas que se encontraban en el callejón donde se produjeron los hechos.

En la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Bizkaia contra seis miembros de la Ertzaintza, uno de los amigos de Cabacas ha declarado que los agentes de la policía vasca dispararon "a dar a la gente que se movía en el callejón", sin razón aparente que justificara la carga policial.

Estos testigos de la acusación, que se encontraban junto a Cabacas cuando fue alcanzado en la cabeza por una pelota de goma, han señalado que no vieron ningún grupo organizado de jóvenes encapuchados que arrojaran botellines y piedras a los agentes, como aseguraron los seis ertzainas acusados de homicidio (un oficial, dos suboficiales y tres agentes de base).

Por el contrario, el conductor de un autobús que pasaba frente al lugar de los hechos cuando se produjeron los incidentes, también testigo de la acusación, ha indicado que desde el callejón arrojaron "zambombazos" que impactaron contra su vehículo, en el que no había ningún viajero, y que vio a ertzainas preparados con escopetas de pelotas de goma para repeler esa agresión.

Los amigos de Íñigo Cabacas han dicho que los aficionados del Athletic de Bilbao que celebraban en el callejón la victoria de su equipo esa noche en San Mamés trataron de protegerse de las pelotas de goma y vieron al joven tendido en un gran charco de sangre con un fuerte golpe en la cabeza.

Íñigo Cabacas fue alcanzado por una pelota de goma disparada por la Ertzaintza el 5 de abril de 2012, al término de un partido europeo que enfrentó al Athletic y al Shalke 04 alemán, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico que le causó la muerte cuatro días después.