"No llevaba el cinturón"

Albiol recuerda en 'El Cafelito' el accidente que casi le cuesta la vida: "Pasé una semana en coma inducido"

El central del Villarreal ha rememorado junto a Josep Pedrerol el accidente que sufrió cuando iba de Valencia a Madrid para firmar con el Getafe.

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El 2 de agosto de 2004 supuso un antes y un después para Raúl Albiol. Literalmente, el jugador valenciano volvió a nacer cuando viajaba de la ciudad del Turia a la capital para firmar una cesión al Getafe.

En el kilómetro 86 de la A-3, a la altura de Motilla de Palancar (Cuenca), sufrió un accidente con su padre y su representante en el que el coche dio seis vueltas de campana.

El central fue trasladado de urgencia en helicóptero al hospital Virgen de la Luz (Cuenca) con un politraumatismo dorsal y lumbar con afectación del tórax.

Estuvo una semana en coma inducido, fue operado dos veces durante su recuperación y perdió el bazo, pero su acuerdo con el Getafe se mantuvo.

En 'El Cafelito', Albio ha recordado aquel día: "En principio íbamos a viajar con el coche de mi padre, pero se estropeó esa misma mañana y viajamos en el coche del que era entonces mi representante. Fuimos en su coche con mi padre de copiloto y yo detrás".

"El que salió peor parado fui yo. Tuvimos el accidente. El coche dio vueltas de campana y yo no llevaba el cinturón. La puerta se rompió en la segunda vuelta de campana y yo salí despedido a la autovía... Recuerdo cuando se va el coche y pega el grito y el frenazo. Me quedo en shock y pierdo el conocimiento", contó ante la atenta mirada de Pedrerol.

"Yo fue todo el viaje con cinturón y me lo quité a mitad de camino porque empecé a mirar en la mochila para ver si tenía las botas y la ropa de entrenamiento. Tenía la presentación y luego entrenaba esa tarde. Me puse a leer la prensa y se me olvidó ponérmelo. Y no me lo volví a poner el cinturón. Fue así", rememoró.

El ex de Valencia y Real Madrid estuvo siete días inconsciente: "Pasé una semana en coma inducido, que es como si no estuvieras. Por lo tanto es como si te has ido y luego vuelves".

Hasta que al fin despertó: "Me despierto cuando una enfermera me está limpiando los ojos. Noto que me tocan los ojos y los abro después de seis o siete días. Veo todo luces y veo que estoy vivo".

"Lo primero que hago es mirarme las piernas. Yo quería jugar a fútbol. Tenía la manta encima y quería mirarme las piernas para ver si las tenía. Quito la manta y veo que mis piernas están. Fue un alivio", recuerda.

Además, agradece que el Getafe mantuviese su palabra: "Firmé el contrato de cesión en el hospital, cuando me bajaron a planta. Ángel Torres (presidente) y Alfredo Duro (director deportivo) me dijeron que aunque no pudiese jugar en todo el año me iban a mantener la ficha".