Ricky Rubio ya no es el chaval que llegó a la NBA. Diez años después de su debut, esta temporada se enfrenta a una nueva aventura como jugador de los Cleveland Cavaliers, donde tendrá un rol de veterano.

En octubre cumplirá 31 años, pero el base español considera que está en uno de sus mejores momentos: "No me siento un tipo viejo, pero cuando miré la lista de la plantilla comencé a pensar. 'Maldita sea, voy a jugar con personas que nacieron en la década del 2000'. Eso va a ser una locura".

Y es que la media de edad de sus compañeros en la franquicia a la que Lebron James llevó a la consecución del primer anillo de su historia en 2016 es de algo más de 24 años, con solo el de Masnou y Kevin Love como los únicos que superan la barrera de los 30.

Su paso la temporada pasada por el equipo que le drafteó en 2009, los Minnesota Timberwolves, no fue exitoso y fue traspasado inesperadamente, pero con su actuación en Tokio 2020 se ha vuelto a ver la mejor versión de Ricky.

"En los Juegos me enfrenté a gente con la que ya he jugado como Devin Booker o Zach Lavine. Siempre es bueno competir contra los mejores y es bueno jugar como lo hice. Especialmente después de ser traspasado. Quieres demostrar todo lo que vales. Te sientes bien", asegura.

"Creo que estoy con el mejor ritmo de mi carrera con la selección. Ahora me encuentro genial. En Phoenix me encontraba bien y entonces llegó la pandemia. Me afectó en mi rutina y tuve un mal año en Minnesota, pero creo que estoy de vuelta. Estoy de vuelta y creo que estoy en lo más alto de mi carrera", continúa.

Sería la segunda vez que, después de un torneo internacional en el que Rubio se consolida como uno de los mejores jugadores del campeonato, vuelve a la NBA con una inercia positiva, como ya hizo en los Suns después de ser nombrado MVP del Mundial con la selección.

"Me ayuda a construir mi confianza jugar con la selección española. La temporada que tuve en Phoenix fue la mejor de mi carrera y creo que ahora puedo traer el impulso de los Juegos de la misma manera que hice hace dos años. Creo que puedo empezar a trabajar desde ahí, con ese impulso. Me siento mejor que nunca", termina.